Los Planetas llenaron de flamenco y psicodelia Riazor

Javier Becerra
Javier Becerra A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

El grupo granadino rehuyó el concierto festivalero de «grandes éxitos» y se recreó en los medios tiempos

06 ago 2010 . Actualizado a las 15:24 h.

Diez años después de su última vez, Los Planetas volvieron a la ciudad. Lo hicieron por la puerta grande, encabezando el festival coruñés de rock por excelencia, justo en el año en el que este casi no se realiza por culpa de la crisis. Y, aunque el público no respondió como el día de Loquillo -unas 8.000 personas según fuentes oficiales al inicio del concierto, que luego crecerían-?, dejaron una actuación para el recuerdo. Eso sí para el recuerdo de los fans, los muy fans.

Por si alguien lo dudaba, Los Planetas lo demostraron: continúan siendo unos espíritus libres. El marco lo tenía todo para accionar la catarata de hits. Pero no. En vez de eso, J y sus chicos optaron por cocinar psicodelia y flamenco a fuego lento. Primero con La Llave del Oro. Luego, en clave pop, con Soy un pobre granaino. Después, rebajando el tempo con Corrientes circulares. Y cuando la cosa llegó a Nunca me entero de nada, los corazones se dividieron en dos: los decepcionados porque no estaban viendo lo que habían ido a ver y los entusiasmados precisamente por ello.

El segundo grupo vibró con los arranques de Ya no me asomo a la reja, la sedosa cadencia de Señora de las alturas y la emoción en un puño de Si estaba loco por ti. Los caza-hits tuvieron que esperar a que J rebuscase en la hipnosis de Santos que yo te pinté, los magmas psicodélicos de Rey sombra y el punch de La artista madridista. Todo hasta que Segundo premio logró encandilar a todos.

Previamente, Igloo abrieron la noche con su sonido guitarrero que ahora coquetea con el post-punk. Y le siguieron Cornelius, que igual le daban al funk como versionaban a Led Zeppelin.

Quejas de los hosteleros

Mientras, la Asociación de Hostelería mostró su «indignación» por la instalación de barras móviles en la playa. Denuncian que el día de Bisbal había 20 grifos de cerveza. La entidad dice que es competencia desleal.