El complejo de la Marina se rebautiza como Los Cantones Village y su gerente, Enrique Pena, estudia la posibilidad de montar una bolera o una sala de conciertos
03 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Renovarse o morir ante la saturación de centros comerciales que sufre en estos momentos la ciudad». Siguiendo esta filosofía los gestores de Palexco, que desde marzo se han hecho cargo de la gestión y explotación de El Puerto Centro de Ocio, han decidido llevar a cabo un trabajo de renovación y redefinición del edificio. El principal cambio ha sido el nombre del centro, que pasa a llamarse Los Cantones Village en vez de El Puerto Centro de Ocio. Según el director gerente, Enrique Pena, la elección del nombre se debe a «que es un lugar cercano, donde la gente queda y transita, y por otro lado el village es un pueblecito, una pequeña zona dentro de la ciudad, al fin y al cabo es un pequeño guiño fresco hacia la gente más joven». Considera que el ciclo de la anterior nomenclatura ya estaba agotado y que era el momento de darle un nuevo camino.
Entre las numerosas intervenciones y mejoras de las instalaciones que se han ejecutado, muchas de ellas demandadas por los visitantes, figuran: la mejora en la circulación interna de los visitantes y los accesos desde el aparcamiento, una mejor señalización interna, el refuerzo de la iluminación tanto interior como exterior, la habilitación de nuevos accesos a las terrazas, la instalación de rampas exteriores que facilitan la entrada a personas discapacitadas y carritos de bebés y el cambio de orientación de los ascensores para facilitar su localización y acceso. Además se han creado nuevos espacios multiusos que servirán para la celebración de cursos o exposiciones, pero el proceso de renovación todavía no ha concluido. «Estamos negociando la posibilidad de montar una bolera o una sala de conciertos», señaló Pena.
Atractivo
El principal atractivo y punto fuerte del establecimiento, según su director, es su ubicación. «El hecho de que cualquiera persona pueda venir caminando, que tenga 11 salas de cine y una oferta diversa de hostelería hay que valorarlo». Pena hizo balance de la situación del recinto ante el adverso panorama económico y advierte «que nunca podemos pretender que las cifras de asistencia a este centro sean tan numerosas como otros establecimientos». Y explica: «No se trata de un centro al uso al que se prevé que acudan grandes cantidades de gente, porque ni la oferta es tan elevada (tenemos 47 establecimientos y la calle Real tiene 80) ni hablamos de centros comerciales con cincuenta o cien mil metros cuadrados y nosotros tenemos diez mil».
Sin embargo, se muestra optimista y confía en que las nuevas medidas impulsarán las instalaciones que, una vez renovadas, pretenden atraer a un público más joven. «Por la propia imagen de marca vemos que el público que mantiene el nivel de consumo es un público más juvenil que el clásico». Y concluye: «Somos como una pequeña galería comercial dentro de la ciudad».