Las terrazas después de la «ley seca»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

Algunas se acondicionan con estufas y ceniceros, mientras que otras crecen tanto que se comen las aceras

12 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

La nueva ley antitabaco lleva aparejados una serie de cambios que ya empiezan a dejar su huella en las calles coruñesas, donde en los últimos días no han parado de proliferar las terrazas de los locales hosteleros, aunque llueva a mares y no se superen los diez grados de temperatura. Además de las sillas y mesas típicas, hay dos nuevos elementos que distinguen a estas nuevas prolongaciones de los bares: las estufas de calle y los ceniceros para recoger todas las colillas de los fumadores.

Los locales comerciales donde se pueden comprar estos dos nuevos accesorios para las terrazas no han parado de recibir solicitudes desde que comenzó este año y se puso en vigor la ley que prohíbe fumar dentro de los bares. El Makro del polígono de la Grela es uno de los establecimientos que más ha notado la demanda de estos artículos en los últimos días, en los que no ha parado de despacharlos a sus clientes hosteleros.

Aunque no se atreven a dar cifras, sí confirman que el incremento ha sido imparable, y que por eso han tenido que aumentar su oferta de productos, donde se pueden encontrar una gran variedad de estufas por precios que oscilan entre los 100 y los 430 euros, mientras que el coste de los ceniceros exteriores va de los 39 a los 100 euros.

Por su parte, el colectivo de hosteleros espera que esta nueva inversión para sus negocios les salga más rentable que las mamparas que tuvieron que instalar hace unos años para separar la zona de fumadores, y que ahora han tenido que retirar con la puesta en marcha de la nueva normativa. Por el momento, lo que han notado es que desde que tienen las estufas, las terrazas se les han llenado de clientes, a pesar de que haga mal tiempo y de que el interior esté prácticamente vacío.

Este incremento de las terrazas de algunos locales no ha sido acogido muy bien en todos los barrios de la ciudad, puesto que algunos vecinos han denunciado que la proliferación de sillas y mesas empieza a entorpecer el paso en algunas calles. Uno de los casos más denunciados por los viandantes está en el entorno de la calle Padre Feijoo, donde a la colocación de varios árboles se ha sumado la de las terrazas, reduciendo el espacio dedicado a los peatones. Sin embargo, por norma general, tanto fumadores como no fumadores parecen estar muy satisfechos con la posibilidad de disfrutar de una terraza bien acondicionada.