La malagueña Alba Gárate, la persona que se oculta bajo el alias de Lantana, tenía un futuro prometedor por delante. Autora de la banda sonora del filme Azuloscurocasinegro y flamante fichaje de la multinacional Emi, se encontraba en un trampolín aparentemente perfecto para dar el salto hacia la división comercial. Sin embargo, la crisis de la industria la ha obligado a tomar la decisión de autoeditarse. El resultado se llama Ex-Corazón, el disco que presenta mañana en la sala Le Club (22.30 horas, entrada 6 euros anticipada y 8 en taquilla) y con la que la artista se muestra encantada.
-El suyo es otro nuevo caso de artista de sello grande que decide autoeditarse. ¿Cómo llegó a este punto?
-Me sentía un poco ignorada en Emi. Se habían hecho muchísimos cambios en la compañía y se fue el equipo que trabajaba conmigo. Entonces, pedí la carta de libertad y busqué otros apoyos, pero ahora es un momento de cambio total y las condiciones que me encontré no me parecieron favorables.
-En lo musical da el paso a un sonido mucho más electrónico.
-Sí, aunque en mis dos anteriores discos ya hay un coqueteo con la electrónica. En este intenté llevarlo más a todo el disco y traerlo al pop. No quería saltos estilísticos, no quería que se fuera al dance ni cosas así.
-Ha grabado el disco en Londres. ¿Se nota la diferencia?
-Sí, aunque yo aquí tengo una carrera corta en España. Yo me fui a Londres por una decisión vital. Me encontraba un poco saturada de la visión musical que había sobre mí en la industria. Yo iba a vivir, sin más, pero a las dos semanas conocí a Dimitri Tikovoi y empecé con en este disco. La diferencia que me he encontrado es la rapidez. Este disco al pagarlo yo tenía que hacerse muy rápido [se ríe]
-Dimitri Tikonov ha trabajado con Placebo y The Horrors. ¿Son una referencia para usted?
-Bueno, para mí Meds de Placebo es una maravilla. No sabía que lo había producido él. Cuando me lo dijeron mi flechazo fue instantáneo porque me encantaba el sonido de ese disco.
-Esa visión que la industria tenía de usted estaba condicionada por el filme «Azuloscurocasinegro». ¿Era una losa?
-Para mí siempre ha sido y será un punto a favor en mi carrera. Peor sí es verdad que también se me asocia por ello al mundo de los cantautores. Veo que al cantautor no se le deja investigar en otras músicas, ir más al pop o la electrónica. Hay como un estigma que dice que el cantautor tiene que ser un intelectual que dice cosas inteligentes y que sus letras tengan muchísima importancia y relevancia
-Y que sean serios y feos.
-Claro y yo no me considero para nada fea [risas]. Es una broma. Y no tengo porque decir cosas inteligentes y profundas.
-Pero sí que cuida la imagen .
-Sí, me gusta cuando voy a un concierto que el artista ofrezca algo más en la estética. Tampoco soy muy extravagante ni nada pero por ahora no nunca he subido a un escenario con unos vaqueros [risas].