«Habrá que pedir cuentas si el PSOE deja de ser el más votado», avisa
13 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Cincuenta días han pasado desde que el pasado 21 de enero hiciera oficial su renuncia a formar parte de la candidatura del PSOE en las próximas elecciones municipales del mes de mayo. Desde entonces, Carlos González-Garcés (A Coruña, 1946), casado, padre de cuatro hijos y abuelo de dos nietas, ha mantenido silencio sobre su salida de la política municipal. «En la vida en general y en la política en particular, hay que saber que las cosas no son para siempre», reflexiona en su despacho mientras sigue trabajando «con absoluta normalidad» en sus áreas de gestión.
-¿Qué reflexión hace de lo ocurrido en los últimos meses?
-(Silencio prolongado y rostro serio) Uff. La primera es que, por mucho que te guste algo y por muy contento que estés en un puesto, no puedes pretender conseguirlo a cualquier precio. Todo tiene un límite y siempre tuve claro que hay que anteponer los principios personales sobre cualquier otra cuestión. Y, no se puede procurar ser alcalde o concejal a cualquier precio.
-¿Se ha arrepentido de su renuncia?
-En absoluto. Estoy muy satisfecho conmigo mismo por las decisiones tomadas. Cuando empecé en la acción política, en la Universidad, ni yo ni ninguno de los que estábamos peleando por la democracia podíamos pensar en ocupar cargo alguno, sino en acabar con la dictadura. En 1983, acepté incorporarme en un puesto de no salida, porque Francisco Vázquez me ofreció participar en un proyecto de ciudad claro e ilusionante. Los dos primeros años combiné mi trabajo como profesor con el Ayuntamiento y luego ya me dediqué plenamente a la actividad municipal. Y puedo decir que me voy muy agradecido al Ayuntamiento y a la ciudadanía por estos años inolvidables, en los que ha habido de todo, cosas buenas, malas o regulares. Pero prevalecen los momentos dulces y, aunque sea en pequeña medida, haberme sentido copartícipe de la pequeña revolución acometida en la ciudad a lo largo de todos estos años. Y, por supuesto, de haber podido conocer y tratar a tanta gente.
-¿Qué le impulsó a presentar su dimisión? Nadie lo esperaba.
-No he hablado mucho de esto, porque tomé la decisión que entendí que tenía que tomar. Me sentí mentido, engañado. Se me dijo primero una cosa y luego ocurrió otra diferente. De mi paso por el Ayuntamiento, nadie puede poner en duda ni mi fidelidad al proyecto ni la solidaridad con las ideas. Reconozco que era más más fácil continuar en el mismo puesto, pero el coste de conciencia y de responsabilidad no era asumible porque, repito, mi objetivo nunca fue mantenerme en ningún sitio a toda costa.
-De todo lo que ha oído en estos días, ¿qué le ha molestado?
-Diría que son más los comentarios positivos que he recibido. Entiendo que la gente que piensa de otra manera no se haya acercado a mí. Pero he recibido muchísimas muestras de cariño y apoyo, especialmente de gente a la que no conocía de nada.
-Pero se le ha acusado de egoísta, de criticar a otros compañeros...
-Mi lealtad y compromiso con el PSOE es total. Empecé a militar en el Partido Socialista Internacionalista, que luego pasó al PSP de Tierno Galván y finalmente al actual Partido Socialista. Todos podemos sentirnos en algún momento disconformes con alguna decisión, pero también puedes discrepar del presidente de tu equipo de fútbol y no por ello deja de ser tu equipo y lo sigues animando.
-¿Se le pasó por la cabeza abandonar el PSOE?
-Nunca.
-¿Participará en la campaña electoral de las municipales?
-No me lo han pedido, pero si me lo piden, por supuesto que lo haré, como siempre.
-¿Qué panorama vislumbra para después del 22-M?
-Si se recupera la mayoría absoluta, será un éxito rotundo de la organización. Si nos mantenemos como el partido más votado, será resistir y dejar de serlo, un fracaso, porque no podríamos permitirnos seguir gobernando en minoría como yo planteé en el 2007 en una posición que no fue secundada por mi grupo. Si el PP consiguiera la mayoría absoluta, sería el desastre total. Y en los dos últimos casos habría que pedir responsabilidades.
-¿Usted se jubila?
-En ningún caso. Y seguiré en el mismo punto en el que he estado estos 25 años, defendiendo la proyección de la ciudad y la concepción internacionalista que siempre he mantenido y que choca frontalmente con la postura nacionalista. Una parte de mis compañeros del PSOE se ha reconvertido, pero yo sigo pensando lo mismo. Y creo que la postura de confrontación permanente con la Xunta y el PP es un error. No es el mejor camino.
Carlos gonzález-garcés concejal de relaciones institucionales, educación y fiestas
«En 1983 acepté un puesto de no salida porque había un proyecto de ciudad claro e ilusionante»
«El coste de conciencia y responsabilidad por haber seguido como concejal era inasumible »