Guerra advierte que el concurso es «imparable», y la oposición pide su cese
A CORUÑA
El conselleiro de Industria, Javier Guerra, se subió ayer a la tribuna del Parlamento para defender con tono vehemente y encendido el concurso eólico promovido por el Ejecutivo de Feijoo tras anular el reparto que había hecho el anterior Gobierno bipartito en vísperas de las elecciones autonómicas del 2009. Guerra advirtió a los grupos de la oposición que la operación promovida por la Administración del PP es «imparable», pese a la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza que validaba el reparto del bipartito.
El responsable de Industria puso de relieve que con esta sentencia «nada cambiou», pues el anterior concurso ya había sido anulado. De igual modo, sacó pecho para puntualizar que el proceso de adjudicación de los 2.325 megavatios está asentado sobre «piares moi sólidos», como en su opinión es una ley que no dudó en calificar de «pioneira», así como una comisión de seguimiento. El trabajo ha sido «exemplar», insistió Guerra. Y agregó: «Todo o proceso acumula unha lista de éxitos que o fai imparable».
En cuanto a las garantías que se reserva la Administración gallega para que las empresas adjudicatarias lleven a cabo sus planes industriales, Javier Guerra también se mostró rotundo al subrayar que todas las firmas «terán que cumprir sen excepción» o, en caso contrario, la adjudicación de los megavatios será «revocada».
El debate parlamentario no estuvo exento de polémica debido al tono incisivo empleado por el conselleiro, que desde las bancadas del PSdeG y el BNG llegaron a valorar que rozaba el «macarrismo». De hecho, Guerra advirtió en un momento del debate a la oposición: «Vou demostrar todas as súas mentiras sen pestanexar e sen escrúpulos».
El tono del debate le valió al viceportavoz del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, para acusar a Guerra de exhibir un «un superego moi desenvolvido», por haberse autoadjudicado «ao menos corenta veces o éxito propio». Y le preguntó: «¿Terá talvez a necesidade de sublimar alguna inseguridade?».
Más duro se mostró el portavoz de industria del BNG, Henrique Viéitez, quien acusó a Guerra de entregar el negocio del viento «aos que sempre mandaron neste país e aos seus amigos», tras lo cual pidió al conselleiro que, «por dignidade», todo los muñidores del nuevo concurso lo que tendrían que hacer es dimitir.
«Todo o proceso do concurso eólico acumula unha lista de éxito que o fai imparable»
Javier Guerra