Acampada Coruña cumple su primer mes en el Obelisco

María Vidal Míguez
María Vidal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Mañana, la asamblea se celebrará en el barrio de Labañou

16 jun 2011 . Actualizado a las 11:09 h.

Hoy se cumple un mes desde que un grupo de 14 jóvenes, simulando el gesto de los de la Puerta del Sol, decidieran acampar delante del Obelisco para exigir una democracia «más participativa». Este grupo de jóvenes que no se conocían de nada se marcó objetivo pasar la noche en el centro de la ciudad provistos solamente de varios sacos de dormir. Al día siguiente convocaron una asamblea popular y volvieron a quedarse a dormir. Ya eran 80. A finales de semana el movimiento 15-M tomó forma cuando medio millar de personas participaron en la asamblea.

El punto de inflexión tuvo lugar en la previa a las elecciones. Seis días después de la primera manifestación, la plataforma consiguió reunir a 2.000 personas en una jornada de reflexión lúdica. Y así día tras día, hasta hoy, se han ganado el apoyo de los ciudadanos que en seguida se solidarizaron con ellos: la ONCE les permite cargar los móviles, R les cede la red wifi, el párking de los Cantones les deja utilizar los aseos, etcétera.

Comenzó siendo un movimiento liderado por universitarios y parados pero pronto se nutrió de personas de todas las condiciones, entre ellos ancianos o emigrantes, que a través de diferentes comisiones organizaron una infinidad de talleres y actividades lúdicas. Además de la asamblea popular, que se celebra cada tarde a las 20 horas, hubo otras temáticas sobre la vivienda, la reforma laboral o la banca ética.

Gracias al trabajo de los participantes -gente anónima que se ha volcado en una causa, que ellos califican de pacífica, apartidista y autónoma-, han conseguido extender su mensaje por la comarca, y a día de hoy ya hay grupos de trabajo funcionando en Betanzos o Cambre. Defiende las asambleas como la mejor manera de darse a conocer, por ello después de Monte Alto y las Conchiñas, este viernes estarán presentes en Labañou.

Estos últimos días se ha notado un bajón de gente en el Obelisco. Ellos mismos lo reconocen y lo achacan principalmente a los exámenes universitarios, aunque señalan que el hecho de que el movimiento se esté articulando en los barrios también influye. Sin embargo, la carga de trabajo es cada vez mayor. Por ello uno de los puntos que han aprobado recientemente en asamblea es convertir el dormitorio común en una zona de trabajo, ya que prefieren dormir en el interior de las tiendas de campaña que poco a poco «caminan» hacia la plaza de Mina.

Inquilinos caninos

Desde hace un par de semanas, Acampada Coruña cuenta con unos inquilinos muy especiales. Siete cachorros de mes y medio, mezcla de labrador con borde collie, están a la espera de que alguien los acoja, ya que su dueña no puede hacerse cargo de ellos. Ayer, ya solo quedaba una perrita sin casa.

Quieren quedarse. Dicen que el campamento no se desmantelará como mínimo hasta que el movimiento esté extendido por todos los barrios. E insisten: «Que no, que no nos vamos».