Al regidor brigantino no le va la cocina, prefiere la música y los amigos
18 jul 2011 . Actualizado a las 13:15 h.Por cuestiones logísticas, la entrevista se realiza en un despacho del Ayuntamiento de Betanzos que normalmente ocupa un técnico municipal. Las ventanas están abiertas y se cuela en la habitación Sultans of swing, de Dire Straits. «¿Los conoce?». «Por supuesto», responde Ramón García (Betanzos, 1952). De hecho, seguro que forma parte de los discos que colecciona desde hace años. Todavía aterrizando en la alcaldía asegura que no se siente extraño en los pasillos municipales, porque durante muchos años formó parte en los gobiernos socialistas que precedieron a María Faraldo.
-¿Ya ha puesto el despacho a su gusto?
-Solo he incorporado dos regalos: una pieza de cerámica que me dieron en la ofrenda de Lugo y el de una mujer emigrante en argentina que estuvo de visita.
-Es que conoce estos despachos desde hace décadas. En ellos se sentirá como en casa, ¿no?
-No creo que esta sea mi casa. Yo vengo a solucionar los problemas y crear los menos posibles. Y soy consciente de que uno no debe engancharse a los despachos.
-Bueno, es concejal desde 1987.
-Sí, puede decirse que soy un viejo roquero de la política. Pero nunca tuve dedicaciones y tenía que robar tiempo por las noches y por las mañanas para los asuntos del Ayuntamiento.
-La alcaldía es casi un premio a su perseverancia.
-La alcaldía nunca fue mi objetivo, y a pesar de que ostenté responsabilidades en distintas áreas municipales, nunca las usé como una promoción personal.
-¿El nuevo cargo ya le ha dado algún quebradero de cabeza?
-De momento duermo bien. No sé lo que pasará en el futuro.
-¿Qué música escucha?
-Uf, mis preferidos son los de mi época: los Beatles, los Rolling, los Monkeys, Manfred Mann, Elvis Presley, algo de Led Zeppelin? y entre los españoles escucho Aute, Serrat, Cecilia (descanse en paz), Mariano Ortiz? Me paso muchas horas escuchando música.
-¿De dónde le viene la afición?
-Desde pequeño, cuando me dedicaba a montar radios, incluso de galena y con detectores de germanio. Soy un electrónico frustrado. Tenía la casa llena de antenas y, claro, me pasaba el día escuchando música en la radio. Como ahora: me levanto y me acuesto siempre con la radio.
-Si le gusta la música, le gustará la fiesta?
-No, no soy muy festeiro. De hecho, en casa me llaman el dormitón? [se ríe] Es que enseguida desenchufo, me relajo y? ¡es imposible! ¡Tengo que echar una cabezadita!
-Siestas después de comer? ¿Le gusta la buena mesa?
-No soy de mucha comida. Nunca me ha gustado la cocina y no se me da bien. A mis hijos, en cambio, sí les gusta. Yo soy más bien de comida en lata. Menos mal que tenemos ayuda en casa?
-Pero al menos una tortilla de Betanzos tiene que saber hacer?
-Eso sí. La tortilla me sale bien. De eso sí puedo presumir.
-¡Menos mal que lo cuidan sus hijos!
-[Toma aire] Gracias a mis hijos he salido adelante. Mi mujer falleció hace tres años y medio. [Muy emocionado]. Ellos compensan esa desgracia. [Silencio] No sé si los merezco. El año pasado, por mi cumpleaños, me regalaron una pluma con mi nombre para que la utilizara cuando fuera alcalde. Y yo aún no sabía oficialmente si iba a ser candidato.
-¿Se acuerda de lo primero que firmó con esa pluma?
-La resolución de los nombramientos de los concejales delegados. Fue algo importante y simbólico.
-Después de tanto tiempo en la política municipal, ¿cree que los vecinos lo conocen bien?
-Creo que me ven como una persona estable y quizás algo distante o introvertido. Pero mis amigos saben que no es así. Soy una persona abierta y muy emotiva. ¿Tímido? Sí, quizás sí.
-Lo que transmite es autocontrol.
-La procesión va por dentro. El problema es que no lo exteriorizo, pero soy una persona bastante nerviosa y, en ese aspecto, sí doy una imagen engañosa.
-¿Y qué le desespera?
-El desorden. Aunque no soy un obseso del orden.
Ramón García Vázquez alcalde de Betanzos
«Soy una persona bastante nerviosa y, en ese aspecto, sí doy una imagen engañosa»
Ramón García Vázquez