1 Es el rey del chinazo. El mejor de España a la hora de reparar pequeños daños en el parabrisas. Se llama Braulio López López y acaba de proclamarse campeón de la primera olimpiada nacional de la especialidad, que se celebró en Madrid bajo el patrocinio de Glasweld, la firma americana que vende los equipos. «Llevo 13 años en el sector. Tengo una empresa, Techno-Glass, con sede en Lugo, que pertenece al grupo Lunia. Nos dedicamos a la reparación a domicilio de parabrisas en toda Galicia. Trabajamos tanto para particulares como para aseguradoras. Si no hay forma de reparar la luna, enviamos a los profesionales que se encargan de cambiarlas», me comenta desde el centro de peritaciones de Mapfre en la avenida de Alfonso Molina, adonde acude muy a menudo. Me cuenta que en la final había un juez que hacía de cliente e inspectores de la firma que valoraban el nivel de la reparación de los 16 concursantes procedentes de toda España. «Tienes 45 minutos y lo que más cuenta no es la velocidad, sino el trato con el cliente y el que se le da al coche», explica este lucense de 37 años que ganó un viaje a Memphis, Estados Unidos, para participar en la final mundial que tendrá lugar en esta ciudad, donde jugó Pau Gasol, del 15 al 17 de septiembre. Braulio será el representante español.
Tarta de albóndigas
2 Tal día como hoy, pero hace justo un año, Ikea abría por fin sus puertas. Recuerdo haber llegado a las siete de la mañana y encontrarme con muchísima gente a la entrada con una cara mezcla de ansiedad y cansancio por las horas de espera. Me acuerdo del original desayuno sueco de inauguración para centenares de personas. Qué rápido pasa el tiempo. Un año después, Ikea ya es un coruñés más. Un grupo de empleados, con su director, Daniel Rivero, al frente, celebraron el primer aniversario con una tarta de... albóndigas. Es decir, que hay que sumar algunas más a la espectacular cifra de 743.675 albóndigas consumidas hasta el momento. Dentro de poco llegaremos a la albóndiga un millón.
Grabadores de datos
3 Es comprensible la alegría del alumno de la imagen. Muestra el diploma que acredita que superó con éxito el curso formativo de informática de 350 horas dirigido, por primera vez, a personas con discapacidad intelectual. «Superaron ampliamente los objetivos marcados inicialmente. Si reciben el apoyo necesario, son capaces de hacer cualquier cosa», destaca Esther Tarela, la docente de apoyo de los 15 alumnos de entre 18 y 20 años del centro Nuestra Señora de Lourdes que aprendieron a manejar Word, Excel o el software para el tratamiento de imágenes. Al acto de entrega de diplomas acudió Luis Álvarez Freijido, jefe territorial de la Consellería de Traballo e Benestar, ya que la Xunta colabora con este proyecto. «El resultado obtenido es increíble», resalta el presidente de Aspronaga, Álvaro Martínez.