Todavía el tránsito es escaso, pero la apertura del enlace AC-14 supone ya una alternativa a tener en cuenta a la hora de desplazarse a Santiago por carretera o como enlace gratuito y rápido con la A-6, para quien va hacia Lugo.
Poco publicitada su apertura, debido a que se celebró en abril en plena precampaña electoral, este enlace, el primero en funcionamiento de la tercera ronda, es una buena vía de escape para evitar las ya tradicionales retenciones en Vilaboa o las reducciones de velocidad a que obliga el paso por numerosos núcleos urbanos si se quiere ir a Compostela. El acceso desde la Zapateira, a la espera de los nuevos tramos de la vía, es para algunos el hándicap con el que se enfrenta, para un uso más masivo, la AC-14, que también cuenta con una entrada desde la rotonda del aeropuerto. Quien opta por usar esta opción para ir a Santiago y evitar las continuas reducciones en el cuentakilómetros que obliga el paso por Vilaboa, Altamira, Tabeaio o Carral debe circular por la AC-523 hasta Mesón do Vento. Supone un trayecto más rápido, si se tienen en cuenta los límites de velocidad, aunque menos interesante paisajísticamente, con la clara excepción de la imagen industrial de Meirama. Quizás por eso es habitual que las personas que se cruce el automovilista por la zona vayan equipadas con chalecos.
Eso sí, en cuestión de distancia y gasto de carburante, la N-550 sale ganando, con 25,83 kilómetros frente los 28,6 de la de la AC-14 y la AC-523.
También resulta una alternativa para evitar kilómetros innecesarios por carreteras urbanas para enlazar con la A-6, para lo que muchos se ven ahora casi abocados a pagar peaje para un acceso rápido.