Especializada en pescados, esta casa, dirigida por Esther Blanco y Juan Carlos Núñez, está en Betanzos, en la calle de Los Ángeles
13 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.? El restaurante San Andrés nació de un sueño. Fue hace muchos años, cuando Juan Carlos Núñez y Esther Blanco eran todavía novios y fueron a pasar el día a San Andrés de Teixido. Allí, mirando al santo, se dijeron que el día que tuvieran un restaurante lo llamarían San Andrés. Y que no sería uno cualquiera. Tenía que ser «un lugar en el que no falle nada», de cocina tradicional, aunque «con el sello personal y que los clientes se sientan como en su casa, tratándolos con mimo, respeto y cariño». Y así fue. En julio de 1999 al fin pudieron ver cumplido el sueño. Abrieron en el número 4 de la céntrica calle Los Ángeles, en Betanzos, en el corazón de una de las ciudades gallegas con mayor tradición gastronómica.
Fue llegar y llenar. Estaba cantado que un hombre que empezó con diez años en el mundo de la hostelería de la mano de los propietarios del restaurante Bahía de Miño iba a triunfar. Y si encima se enamora de una mujer que cambió la banca por el amor a la cocina, cómo les iba a ir mal. Imposible.
Experiencia les sobra a los dos. Esther no sabe cómo agradecer a «las abuelas», que es como llama a Maruja y Lourdes, todo lo que le han enseñado. Esos trucos que hacen de la cocina tradicional gallega una de las más admiradas del mundo. Pero Esther no se quedó ahí. No para de investigar, de probar, de dejarse aconsejar por sus clientes, «tremendamente exigentes, pero a la vez agradecidos. Es inimaginable lo que nos han ayudado y nos ayudan aportando ideas».
Así es como cocinan todos sus pescados, el gran atractivo de la restauración del San Andrés. Si bien también ofrecen un jarrete que le hace tocar a uno el cielo. ¿Cuál es el secreto? Esther y Juan Carlos no lo esconden: «La calidad del producto es fundamental, luego está el sello personal que le damos al plato elaborado de la forma tradicional». De ese maridaje salen esos rodaballos al horno, el salpicón de bogavante, el rodaballo San Andrés, el rape a la cedeirense, el bacalao al Tío Xan, las croquetas vegetarianas, las gambas con cachelos o la empanada de centolla, chipirones de la ría...