Una obra de teatro que merece ser vivida

MARUJA CAMPOVIEJO

A CORUÑA

27 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1Ayer se celebró el Día del Daño Cerebral Adquirido, aunque por momentos pareció que la lluvia se empeñaba en aguar la fiesta. Pero no lo consiguió. La gente de Adaceco, la Asociación de Daño Cerebral de A Coruña, puede con unas cuantas trombas de agua y con mucho más. La jornada deportiva que estaba previsto que se celebrase en Méndez Núñez, se trasladó al pabellón municipal. Y las mesas informativas hicieron su labor resguardadas en el pasadizo que une al Centro Comercial Cuatro Caminos y El Corte Inglés. Pero el plato fuerte de este día especial llegó por la tarde en el Teatro Rosalía, con la representación de El molino de la felicidad por parte del grupo teatral Adaceco. «Todos los actores son personas con daño cerebral y llevan todo el año ensayando para que todo salga bien», me cuenta una ilusionada Inés Ramos, directora del centro. Un día de fiesta con un fin, hacer más visibles a los que lo padecen porque, tal y como reza el lema de la Federación Española de Daño Cerebral, «Una vida salvada merece ser vivida».

Imaginación inagotable

2La de Maruxa Olavide, artista multidisciplinar que lleva toda una vida sorprendiendo a propios y extraños, bien sea con sus cuadros o con sus textos. Lo último que ha salido de su inquieta cabeza es un libro para niños, Carolina a fantástica, que acaba de editar Everest, con quienes ya había publicado la escritora coruñesa As cinco amigas. La historia se centra en una niña que vive una intensa aventura cargada de fantasía: «Trata de una niña con mucha imaginación, que cuenta unas historias maravillosas, todo dentro de un mundo fantástico, lejos de enfermedades y guerras. Y con unas ilustraciones increíbles», explica la autora. Tras echar un vistazo, el lector que conozca a Maruxa no podrá dejar de pensar si esa niña fantasiosa, Carolina, no será un trasunto de la veterana escritora, que admite que «mientras viva, seguiré imaginando mundos de fantasía, mucho mejores que el real». Pues que sea por mucho tiempo y que nosotros podamos seguir disfrutando de historias como esta, un buen regalo para esta Navidad si cuentan con algún chaval de nueve o diez años en la familia.

Mil oficinas en una

3Es un nuevo concepto dirigido a los jóvenes emprendedores. Se llama The Room y está en la calle Santiago con la plazuela de Los Ángeles. Su impulsor, Alejandro Rico Caramés, lo define como «un espacio de co-working», es decir, un lugar donde los profesionales pueden compartir instalaciones y poner en marcha sus negocios, así como aprovecharse de las sinergias que surjan de la convivencia. Estos espacios pueden alquilarse por horas o por días, según las necesidades. Pero no son simples oficinas, sino que cuenta con un área para eventos gastronómicos, degustaciones y catas; otra para presentaciones, una para cursos y otra más para pequeños congresos, conciertos, etc., completamente equipadas.