Más de 175 voluntarios participan este fin de semana en la II Escuela de Otoño
13 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Ambulancias, tiendas y camas de campaña, coches todoterreno, generadores de corriente... Ayer por la tarde se montó en las instalaciones del INEF, en Bastiagueiro (Oleiros), todo lo necesario para atender a una población que ha sufrido las consecuencias de unas graves inundaciones. Aunque las víctimas no eran reales, ya que se trataba de un simulacro, el despliegue fue espectacular e incluso se realizó el censado o filtro de la población que debía ser atendida.
Este simulacro fue una de las actividades que se desarrollan durante este fin de semana en la segunda Escuela de Otoño de la Cruz Roja, en la que participan más de 175 voluntarios de toda la provincia coruñesa y en la que también están presentes 20 voluntarios de otros puntos de España. Según explicó la directora de la escuela, Carmen Isasi, el objetivo es crear un espacio para la capacitación y el intercambio de experiencias, con talleres de intervención social, socorro y emergencias, formación, juventud o directivos locales.
Emilio Insua, presidente de la asamblea local de Noia y voluntario que coordinó el simulacro realizado ayer en Bastiagueiro, comentó que los equipos de respuesta inmediata en emergencias deben estar siempre listos para actuar en un plazo de 24 horas. De hecho, él participó en el operativo que se desplegó en Lorca por el terremoto y durante cuatro días estuvieron en prealerta. «Estuvimos allí tan solo tres días porque es importante el relevo para que los voluntarios no se vean superados por la situación», comentó Emilio Insua.
En este sentido, la voluntaria Fina Permuy ofreció una serie de consejos a los asistentes al taller sobre gestión de la ansiedad en la intervención social para que puedan manejar situaciones complicadas a través del autocontrol emocional: «Deben aprender a transformar los pensamientos negativos en positivos», indicó. También Xosé Puente impartió ayer un taller sobre búsquedas y salvamento en zonas aisladas. Lo importante para que el resultado sea positivo es la coordinación y obtener la máxima información sobre la persona perdida: «Cuánto tiempo lleva perdido, su condición física y psíquica y saber cómo es la zona en la que puede estar», indicó. Las nuevas tecnologías y la colaboración de perros rastreadores «hacen que la búsqueda sea más fácil», indicó Puente.