Javier Moro: «Los Borbones tienen humor»

camilo franco SANTIAGO / LA VOZ

A CORUÑA

«Me siento mucho más cómodo trabajando con hechos ciertos, manteniendo una historia que está trazada», asegura el ganador del Premio Planeta.

24 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Javier Moro asegura sentirse más tranquilo trabajando al lado de la historia que al lado de la fantasía. La novela que acaba de llegar a librerías, El imperio eres tú, ganó el Premio Planeta de este año con un relato sobre el primer emperador de Brasil, Pedro I, y un reinado que, según el autor, fue decisivo tanto para América como para Europa.

-Usted hace una distinción entre novela histórica e historia novelada. ¿Cuáles son las diferencias?

-En el primer caso utilizas un tiempo histórico y sitúas una acción completamente inventada. Eso es lo que hace Pérez Reverte en El puente de los asesinos. La historia novelada son hechos reales, que se cuentan de manera novelada. Pero todo lo que cuento en la novela sucedió.

-¿Novelar la historia le obliga a reprimir la imaginación?

-Al contrario. Me siento mucho más cómodo trabajando con hechos ciertos, manteniendo una historia que está trazada. Creo que es más cómodo para mí y también da más confianza al lector. Yo, como lector, prefiero con mucho la no ficción. Para que una novela me llame la atención tiene que ser muy buena.

-Supongo que habrá dos partes en su trabajo: documentarse y escribir. ¿Qué es más divertido?

-Prefiero el trabajo de documentación. Es mucho más divertido. Tienes que viajar, te permite conocer historias interesantes. Es más desahogado. Escribir es cuestión de horas. De sentarse muchas horas e ir contando. Pero si pudiera elegir, me quedaría con el primero.

-¿Nunca tiene la tentación de abandonar el guion de la historia y tirar hacia otro lado?

-Con los datos que tengo busco siempre la parte dramatizable. Mi cometido no es explicar la historia, que para eso ya hay historiadores. Quiero que el lector sienta la historia desde los personajes. Todo lo que me sirve para poder sacar jugo dramático lo aprovecho. En esta novela he humanizado mucho a los personajes porque creo que es lo que faltaba a la historia, contarla desde el carácter humano de los personajes.

-¿Pero hay tensión con los historiadores?

-No tanto con los historiadores como con las familias de los personajes de mis libros. En este último aún no, pero en mis anteriores libros escribí sobre gente que estaba viva o con parientes directos que estaban vivos. En el caso del libro sobre Anita Delgado, el marajá de Kapurtala no estaba de acuerdo con el libro porque no quería admitir que su abuelo era un mujeriego como probablemente todos los marajás de la época. Con Sonia Gandhi, los problemas fueron más de matiz político, pero tampoco le gustó. En este caso protestarán probablemente sus herederos, aunque yo creo que todo el mundo sabía cómo era este hombre.

-Pedro I era Borbón. ¿Espera que protesten los Borbones?

-No pienso. Todo el mundo sabía también cómo era Carlota Joaquina. Por otra parte, los Borbones tienen sentido del humor, incluso para reírse de sus propios antepasados.

-¿Cuál es la diferencia en su trabajo documental sobre Bhopal, por ejemplo, y uno de carácter histórico?

-En todos los casos están novelados. En Bhopal eran cosas que nos había contado la gente, porque la documentación la hice mediante entrevistas a implicados en la tragedia. En este caso, la investigación procede de archivos.

-¿No le llama pasarse a la ficción total?

-No lo descarto. Pero ahora no me llama. Me siento cómodo así. Pero quizá podría probar con una novela histórica.

-Como productor de cine tuvo contacto con Ramón J. Sender para realizar «Crónica del alba». ¿No le sorprende que nadie hable ahora de Sender?

-Lo cierto es que hoy por hoy nadie habla de Sender. Entiendo que esto puede ir por modas y que llegue alguien y lo rescate. Cuando hicimos la película, en 1978, tampoco se hablaba de él. Él seguía en Estados Unidos, y su drama era que en España no existía.