Por el frío que hace estos días podría parecer que estamos en otoño, pero si nos fijamos en los castaños las hojas nos sitúan en la primavera. Y sorprende que a unas horas de mayo se haya celebrado la final de la tercera edición del concurso Cociña con Castaña de Galicia. «Precisamente o que intentamos e promover o consumo de castaña todo o ano. Hai castaña conxelada ou en almíbar...», comentan desde la Indicación Xeográfica Protexida. Aclarado el asunto de la temporalidad, les cuento que en el aula de cociña Porto-Muíños de Cambre concurrieron cuatro finalistas, dos con recetas dulces y los otros con preparaciones saladas. Carlos Fariña presentó bavarois de castaña y vino rancio, cremoso de chocolate negro y salsa de albaricoque y Miguel Iglesias dulce de otoño. Vanesa Vera optó por un raxo en tempura con fideos de castañas y galletas crujientes de ajo y Marcos Domínguez, que sustituyó a última hora a Palmira Orella, que no pudo asistir, tortitas triple castaña con cansalada, romero y miel. El jurado, cerca de las once de la noche, se decantó por Vanesa y Miguel en saldado y dulce respectivamente.
Historia animada
Cien años de evolución a través de los Cartoons. Ese es el título bajo el cual el cineasta Ignacio Benedeti exhibió ayer en el CGAI una serie de películas de animación que repasaron la historia de esta modalidad cinematográfica desde sus orígenes hasta la actualidad. Partiendo del dinosaurio Gertie, de Winsor McCay -pieza datada en 1914-, hasta los últimos avances en animación digital, Benedeti, toda una autoridad en la materia, realizó una selección en la que no faltaron curiosidades y joyas como una pieza de Walt Disney en la que el Pato Donald se encuentra en la Alemania nazi. Una auténtica delicia y un lujo poder ver una colección de obras maestras de la animación en sus formatos originales, reflejo de los últimos cien años de la historia de la humanidad.
Jóvenes emprendedores
Leticia Penas Barbazán, Bárbara Rodríguez Gil y Andrea Vázquez Rodríguez, alumnas del ciclo medio de Gestión Administrativa en el centro Nebrija Torre de Hércules, fueron uno de los veinte equipos finalistas en el concurso de jóvenes emprendedores que se celebró el viernes en Madrid. «Presentaron un proyecto que consistía en un restaurante de comida rápida, bautizado como Tick, Tock, especializado en clientes con alergias o intolerancias alimenticias. «Hasta hicieron un sondeo por la calle para el estudio de mercado. Creo que tienen mucho mérito porque eran las únicas de ciclo medio. El año que viene ganamos seguro», resalta su tutora, Montse López García. En la final nacional no tuvieron suerte, aunque al menos otros jóvenes coruñeses, del colegio Santa María del Mar, se llevaron el diploma al proyecto más viable en este certamen que organiza la Universidad Antonio de Nebrija.