
Los propietarios han ofrecido rentas «low cost» a los más de 20 operadores interesados
09 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Lo que hasta ahora eran tiendas pasarán a ser salas de conciertos, de monólogos, cafeterías, restaurantes, pubs e incluso discotecas. Ya no se irá al Dolce Vita a comprar, sino a disfrutar; a cenar, a ver un concierto, a tomar algo, a ver un monólogo, y todo ello sin pasar frío y sin romperse la cabeza para aparcar. La idea es reconvertir el centro comercial en un complejo de ocio familiar y nocturno. Este es el proyecto en el que está trabajando el Grupo Chamartín, propietario de las instalaciones, para evitar el cierre del complejo.
Pablo Ramos, director de Larry Smith, empresa que gestiona los activos comerciales del Grupo Chamartín, se muestra optimista con el avance de las negociaciones y confía en que la propuesta se materialice «a corto plazo». De momento, ya han tenido más de cinco encuentros entre A Coruña y Madrid, donde se han concretado algunos detalles del proyecto con los inversores interesados. «Prácticamente todas las semanas tenemos reuniones, y estamos intentando que la reconversión del centro se haga en un tiempo récord. Normalmente algo así tardaría años en llevarse a cabo y estamos haciéndolo en meses», indicó. La intención de los gestores del complejo es que no haya que cerrar el centro, sino que se puedan solapar ambas actividades.
A día de hoy ya hay más de 20 operadores interesados en participar, incluso alguno de ellos con más de un proyecto. La mayoría son locales y nacionales, pero también hay alguno extranjero. «Las reuniones están yendo muy bien, hay buen entendimiento sobre las condiciones, de hecho estamos ofreciendo rentas low cost, y vemos que hay mucho interés por parte de ellos, pero de momento no hay nada firmado porque queremos esperar a que esté comprometida una superficie importante de las instalaciones para dar el pistoletazo de salida», explica Ramos.
«Deterioro»
Así las cosas, esta amplia variedad de ocio vendría a rescatar al centro comercial de la difícil situación que atraviesa. En las últimas semanas se ha producido el cierre de un gran número de locales coincidiendo con el vencimiento de los contratos al cumplirse cinco años de su inauguración. Este «deterioro», según Ramos, tiene su origen en «la sobreoferta» que existe actualmente en la ciudad. Sin embargo, Ramos descarta que haya una fecha definitiva para el cierre de la decena de negocios que quedan en las instalaciones, a pesar de que el rumor ha sonado insistentemente en los últimos días. Tanto es así que asegura que no se rescindirá ningún contrato por parte de los propietarios de las instalaciones, y que dado que hay algunos que todavía están en vigor, si estos negocios decidieran quedarse se buscaría la manera de integrarlos en esta nueva oferta de ocio, y así se lo han hecho saber a los interesados.
Visto bueno del Ayuntamiento
El que también está al tanto de lo que pretenden los dueños del centro comercial, es el gobierno local. Ramos explica que desde un primer momento se pusieron en contacto con el Ayuntamiento «por si hubiera algún inconveniente legal en cuanto a ordenanzas o licencias». Según dice, los responsables municipales han mostrado toda su predisposición para que el proyecto llegue a buen fin y les han dado el visto bueno «verbalmente». «Entienden que es una manera de ordenar el ocio nocturno, que igual a veces en la calle genera algunos problemas con los vecinos, y de esta manera estaría alejado de cualquier núcleo residencial», cuenta.