Los acusados de distribuir un vídeo sexual de una vecina de Ordes creían que ella lo consentía
A CORUÑA
Sus abogados pedían que se anulara el juicio al considerar prescritas las causas pasados al durar la instrucción 9 años
09 jun 2014 . Actualizado a las 22:16 h.Dieciocho hombres declararon esta mañana en la Audiencia Provincial coruñesa como acusados por visionar y difundir unos vídeos sexuales de una vecina de Ordes que considera que los extrajeron en el 2004 de su ordenador cuando lo llevó a reparar a una tienda del municipio.
La mayoría, excepto un hostelero que niega incluso que lo viese, reconocieron que a partir del 2005 se extendió el rumor de que existían las grabaciones y en cuanto pudieron hacerse con un cedé con las imágenes las vieron y algunos hicieron copias para otros o visionados en grupo. «En Ordes deso hai moito», relató uno de los imputados, en la misma línea que otras declaraciones, sobre el motivo que les llevó a aceptar el rumor de que podía haber sido la propia autora la que hubiese permitido que saliese a la luz. Varios relataron que una pareja de la zona se dedicaba a «ganar dinero» con vídeos íntimos y que hubo más casos parecidos. Reconocieron que no se habían planteado que fuese una actividad ilegal y que hubo «muchos rumores» sobre si ella, su novio o incluso unas amigas lo hubieran facilitado.
Negaron que hubiera habido venta, pero no la distribución. Uno de los que lo visionaron fue un primo de la víctima, que lo hizo con compañeros de un equipo de fútbol, e indicó que «como era una situación superescabrosa» primero lo comentó con su familia y una tía de la chica, antes de atreverse a intentar hablar con ella. Por su parte, el que era por entonces presidente de la agrupación de voluntarios de Protección Civil, relató que se enteró del vídeo cuando vio que lo proyectaban en el local de la entidad y expresó que no se podía reproducir allí y dijo que hizo una copia que entregó al padre de la muchacha, ya que son amigos, al día siguiente, aunque la familia ya sabía lo que pasaba.
El primero en declarar fue el empleado de la tienda de reparación de ordenadores, que negó que lo hubiese sacado de un aparato de la víctima y aseguró que lo bajó de Internet ya que existía el rumor de que existía una grabación sexual de una vecina de Ordes.
Al inicio del juicio, los abogados de los acusados denunciaron la tardanza en la instrucción del caso, durante unos nueve años, que consideraron injustificada e incluso apuntaron que para algunas penas resultaría prescrita.
Por su parte, la acusación particular reconoció la tardanza, pero rechazó que pueda esgrimirse en este caso para solicitar esa medida y aseguró que estos hechos han dañado profundamente a la muchacha, que actualmente aún no lo ha superado.