La inspección en las tuberías de Fiobre desvela hasta siete puntos contaminantes

Hasta siete deficiencias detectó el robot que inspeccionó la red de pluviales en el lugar de Fiobre, después de que varios vecinos de Moruxo dieran la voz de alarma por varios vertidos ocurridos este año en la playa de O Regueiro.

Según el informe remitido al Concello de Bergondo por Viaqua, empresa concesionaria que gestiona el saneamiento en el municipio, los técnicos localizaron deficiencias en la red de muy diverso tipo y generalmente «de augas non pluviais».

Durante las labores de inspección, llevadas a cabo en varias jornadas del mes de mayo, los trabajadores detectaron a través de las imágenes recogidas por el robot una conexión a un sumidero con aporte de espuma, que achacan casi con toda seguridad a un fregadero, por lo que proponen eliminar el aporte de aguas sucias. En otro domicilio de Moruxo, el vídeo desvela conexiones directas entre un pozo y el tubo de pluviales, sin arqueta de registro, con el consiguiente riesgo de aportes de aguas sucias, como ocurre en otras casas cercanas. La vivienda vecina multiplica por tres el mismo pecado de verter agua sucia, para lo que Viaqua propone unificar internamente las tres acometidas en una sola, eliminando así dos posibles focos de contaminación.

Y una casa abandonada

Los operarios de Viaqua también descubrieron ante una casa abandonada un problema similar. Por último, se detectó una conexión a un sumidero con aporte de agua. Dicho informe entró en las dependencias municipales el pasado mes, y la alcaldesa de Bergondo, la socialista Alejandra Pérez Máquez, avanzó ayer que buena parte de las operaciones de corrección ya están en proceso, si bien son cuestiones «que tienen que resolver los particulares». Por otro lado, señaló que los últimos vertidos de Gandarío ya van por el quinto expediente, casi todos del lugar de Silvoso, en la parroquia de Ouces.

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