Miles de personas disfrutaron de la Feria de las Maravillas y de los festejos dedicados al Apóstol que este fin de semana se celebraron en la comarca
28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Aparcar en las proximidades de la Ciudad Vieja se convirtió desde el pasado martes en un auténtica odisea. Una aventura automovilística que se complicó considerablemente en algunos momentos de ayer y del sábado, cuando todos los párkings de los alrededores lucieron el neón de «completo». Pero a pesar de los problemas de aparcamiento, fueron miles las personas que decidieron disfrutar de la Feria de las Maravillas y viajar a la Edad Media (muchos, sobre todo los que protestaron porque fueron multados por aparcar sobre las aceras o delante de vados, deberían recordar que entonces no había coches). Ni el sol, que ayer por fin invitaba a escaparse a las playas (muchos lo hicieron, tal y como se vio en los atascos del peaje de Miño), pudo con las ganas de fiesta de coruñeses y visitantes, que hasta bien entrada la noche seguían abarrotando las calles de la Ciudad Vieja. Los paseos entre los puestos, donde los atascos fueron de humanos, los espectáculos callejeros y las comidas al aire libre (de nuevo hubo numerosas quejas por los elevados precios) fueron el plan que muchos eligieron para el largo fin de semana del Apóstol.
Pero muchos otros optaron por echarse unos bailes y disfrutar de las fiestas en honor a Santiago que se celebraron en la comarca. En Arteixo, por ejemplo, donde los festejos finalizaron ayer con la tradicional sesión de fuegos artificiales, pero donde antes pudieron disfrutar de una pulpada y de la música de las orquestas Alarma y París de Noia. O en O Burgo, donde la enorme noria fue la estrella de las atracciones y donde ayer el Combo Dominicano demostraba que se ha ganado con creces ser la orquesta revelación del verano.