Le exige que aplique «mano firme» contra los mandos que «trabajan contra el cuerpo»
23 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El tajante comunicado del jefe de la Policía Local, José Antonio Brandariz, en el que advertía que no tolerará ni una insubordinación «venga de quien venga» no ha amilanado al CSIF, el sindicato mayoritario del cuerpo. Su presidente, Manuel Aceña, exigió que se aplique «mano firme» contra quienes «trabajan contra el servicio desde la ?clandestinidad?». Aceña, que también es policía local, se refería a un pasaje del escrito de su superior en el que Brandariz asegura que soportó «continuos ?golpes de estado? en las juntas de mandos, con algunos resquicios que perviven como células durmientes trabajando en la clandestinidad».
En su escrito Brandariz también era muy crítico con el «sindicato mayoritario», el CSIF, al que acusaba de «cuestionar públicamente al jefe» y no «reorientar» a los policías que el pasado viernes se negaron a ir a un servicio de milicias hasta que recibieron una orden escrita por él. El jefe del cuerpo advertía a la plantilla y los delegados sindicales que no le pongan en la tesitura de tener que sancionar a posibles desobedientes, porque serán «corresponsables del trauma que venga detrás».
El presidente del CSIF no dejó sin respuesta esas palabras. Subrayó su apoyo y «el de la inmensa mayoría de la plantilla» a los dos policías que «cumplieron la orden por escrito del jefe y a continuación se dieron de baja en la milicia», y a otros dos que por solidaridad con ellos también renunciaron a participar en las milicias, pagadas como trabajo extra a 32 euros por hora.
Aceña también insistió en que no han «puesto en duda» la imparcialidad del jefe, pero advirtió que van a mantener la suya «moleste a quien moleste», y recordó que el gobierno local «no ha cumplido sus promesas» de aplicar el acuerdo de mejora salarial aprobado en el 2009 y paralizado por la legislación estatal contra la crisis económica.
La posición del gobierno local
La reacción del gobierno a esta nueva crisis, la interna de la Policía Local, pasa por cerrar filas y arropar a José Antonio Brandariz, que «ha hecho su trabajo, ha demostrado que solo le preocupa hacer bien su trabajo y tiene nuestro apoyo», señalaron fuentes del equipo de Carlos Negreira. En la misma línea se expresó por la mañana el edil de Seguridad, Julio Flores, que se mostró «de acuerdo en que el jefe (de la Policía Local) marque líneas rojas» y en que «recuerde mediante una instrucción interna que hablamos de un cuerpo jerarquizado en el que hay que cumplir las órdenes de los mandos».
Flores ha sido uno de los principales valedores de Brandariz e incluso ha afirmado en público que espera que se consolide en la jefatura del cuerpo municipal.
Además el concejal insistió en la línea conciliadora que mantiene con los policías desde que estalló el conflicto en diciembre, y reiteró que el gobierno está buscando fórmulas para aplicar el acuerdo salarial del año 2009.
Críticas del PSOE
La portavoz socialista, Mar Barcón, fue menos suave. Achacó lo ocurrido al «desgobierno que vive el Ayuntamiento de mano de Carlos Negreira» y lamentó que haya «un jefe de policía que amenaza con dimitir y que admite que lo más cómodo es cobrar sin trabajar una vez consolidado su nivel salarial», y un edil de Seguridad más preocupado con lo que pasa en los Juzgados de Lugo que en resolver problemas».
El gobierno contestó a la portavoz socialista que la Policía Local llegó en menos de tres minutos a la pelea multitudinaria que se produjo en Palexco el fin de semana y recordó que en anteriores mandatos «ni se reunía a la junta local de seguridad».
Pero los intercambios entre gobierno y oposición no solventarán el conflicto entre el Ayuntamiento y su policía, que sigue en marcha y probablemente se endurecerá en las próximas semanas. Aceña ha subrayado que continuarán hasta que se aplique el acuerdo del 2009 y el año, con las elecciones municipales y las sindicales del Ayuntamiento muy próximas, es propicio para protestas y movilizaciones.