José Luis Aristín: «Tengo aseguradas mis manos»

Pablo Portabales
Pablo Portabales A CORUÑA

A CORUÑA

CESAR QUIAN

«Soy como Pepiño el de la petaca. Me frustra empezar algo y no terminarlo», dice el pionero fisiterapeuta

26 dic 2021 . Actualizado a las 14:08 h.

Su apellido huele a Réflex. Habla una y otra vez de fisioterapia y de su mujer, Mari Carmen, fallecida hace poco más de un año. Dice que poco a poco va superando la pérdida. «Siempre decía que su marido tenía dos amores, ella y la fisioterapia, pero que no era celosa», recuerda mientras da un sorbo a una cerveza sin alcohol. Se considera un hombre austero, leal con sus amigos, y constante. «Soy como Pepiño el de la petaca. Me frustra empezar algo y no terminarlo», asegura José Luis Aristín González. Tiene 65 años. «No quiero jubilarme. Me encuentro bien de salud y quiero seguir dando clases en la facultad y trabajando en el Servicio Municipal de Deportes. Eso sí, antes de julio hay elecciones al Colegio Profesional de Fisioterapeutas y no me presento. Desde que se creó en 1999 he sido el único presidente y hay que dejar paso a la gente joven. Cumplí mi cometido», relata. Tiene dos hijos, Beatriz, de 39 años, que siguió los pasos del padre, y José Luis, de 35, que es neurólogo y trabaja en Madrid. «Me apetece ser abuelo. Tengo ganas de malcriar algún nieto».

Un esguince de tobillo

Se considera salmantino y coruñés. «Coruña es mi padre y Salamanca mi madre», comenta José Luis, que lleva al lado del mar desde 1975, cuando surgió una plaza de fisioterapeuta y se vino a la tierra de su mujer. «Siempre tuve claro lo que quería estudiar, aunque me hubiera gustado hacer periodismo». Me cuenta una anécdota que une ambas profesiones. «La única lesión que tuve, un esguince de tobillo importante, me la provocó un periodista. Fue en un partidillo que jugamos en Vilalba entre el cuerpo técnico del Deportivo y gente de prensa», recuerda José Luis, que trabajó en el Dépor durante siete temporadas.

Largas caminatas

Cada día sale a caminar. «Más de 10 kilómetros. También hago bicicleta y senderismo. El ejercicio es la mejor pastilla que hay», sentencia. Le gusta leer, en especial, «libros de aventuras, como los de Julio Verne. Me pasa igual con las películas, las busco que me relajan, odio las de los nazis». Asegura que, ahora, cocina por obligación y «hasta me atrevo con una merluza en salsa verde». Confiesa que a estas alturas de su vida ya no se enfada, pero «tengo un pronto castellano y digo cosas de las que después me arrepiento». Le encanta estar en familia, los aparatos electrónicos, la música clásica, «Pavarotti me pone los pelos de punta» y los Creedence o música española como la de los Sírex o Karina. «Utilizo la música de los Beatles para relajarme». Antes de despedirnos vuelve a hablarme de su profesión. «La facultad de A Coruña es puntera en España. Los fisioterapeutas hacemos algo más que dar masajes. Ha mejorado mucho el instrumental, pero nada puede sustituir a las manos del profesional, yo de hecho las tengo aseguradas. La Administración tiene que hablar más con nosotros para que podamos integrarnos en los equipos», relata Aristín, al que le encanta la plazuela de las Bárbaras, «porque me recuerda a la de la Vera Cruz en Salamanca».

«La única lesión que tuve me la provocó un periodista»