La negociación sobre la licencia y el pago de la Marina se estanca, aunque al menos se ha autorizado colocar más mobiliario
26 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Tendrá que venir el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, a mediar en el conflicto entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria, dos entidades que dialogan, o eso dicen una y otra vez, pero no se entienden, como si hablasen idiomas distintos.
El motivo del desacuerdo son las obras de la Marina. María Pita exige al Puerto que muestre la licencia municipal para hacer esos trabajos. «É tempo de presentar os papeis», dijo de modo muy gráfico el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela.
Pero la Autoridad Portuaria insiste en que ese trámite no era necesario, porque el Ayuntamiento es copromotor y las obras se hicieron en terreno público.
El Puerto exige al gobierno local que pague los diez millones que adeuda por los trabajos, pero el Ayuntamiento quiere que se aclare «con absoluta claridade a legalidade» de la reforma.
Así están las cosas y así estaban a finales de la semana pasada. Podrían haber cambiado en la reunión que ayer mantuvieron los responsables del Puerto y del Ayuntamiento, encabezados por el concejal Xiao Varela. Pero como reconoció el edil «non houbo entendemento». El gobierno local cree que hace falta licencia y el Puerto dice que no es así.
Sí se avanzó en algo, el Puerto autorizó la colocación de nuevo mobiliario y zonas de sombra que proyecta María Pita, pero el origen del conflicto sigue ahí. Tampoco se ha aclarado quién debe reparar los daños causados por vándalos en el Parrote.
El Ayuntamiento también pidió más documentos a la entidad que preside Enrique Losada, los proyectos técnicos de la urbanización del túnel de la Marina, y habrá una nueva reunión la semana que viene, pero parece que el conflicto va para largo.
El origen del conflicto
Fue el Ayuntamiento el primero en disparar. El pasado día 14 Varela reclamó que se aclarase el asunto de la licencia en una rueda de prensa en la que planteó poner el asunto en manos de la Xunta e incluso parar la obra. Esa decisión fue descartada por el alcalde, que la dejó en manos de la Xunta y la Autoridad Portuaria.
Este fin de semana, Consellería de Medio Ambiente insistió en que no tiene competencias, lo que dejaría al Ayuntamiento sin la posibilidad de que «arbitrase» para resolver el lío, y se remitió al convenio firmado entre ambas entidades recordando que el Ayuntamiento «habilitó» al Puerto para hacer la obra.
El Puerto insiste en situar la pelota en el tejado del Ayuntamiento e instó al gobierno a «resolver la problemática que generó». Entiende que la legalidad de la obra está «demostrada» después de que presentase un informe «avalado por la Abogacía del Estado» en el que «queda patente» que todo se ajustó a la norma.
El Puerto también dice que el gobierno local nunca exigió la licencia, aunque realizó trámites relacionados con la reforma, hasta que le surgieron «dudas tras una denuncia de un colectivo ciudadano», cuyo portavoz fue candidato de la Marea. Entiende que toca resolver esa denuncia y sostiene que el citado informe debería bastar para hacerlo.
Calvelo: «A situación económica da Autoridade Portuaria deberíalle preocupar a todo o mundo»
Diálogo y más diálogo. Esa es la receta que da el regidor de Arteixo, Carlos Calvelo, para solucionar la situación económica de la Autoridad Portuaria, lastrada por los gastos generados por el puerto exterior. Tras reunirse con el alcalde coruñés y ser preguntado por cómo ve la situación, remarcó que «o Porto é interesante para todos, que empece a xerar actividade e xere riqueza e emprego e polo tema da débeda téñense que sentar as distintas administracións e chegar a un acordo».
Asimismo y cuando todavía se mantiene la polémica por el diferente criterio que tiene la Marea y la Presidencia de la Autoridad Portuaria sobre la venta de los muelles para pagar la obra de Langosteira, Calvelo indicó que «a situación económica do Porto deberíalle preocupar a todo o mundo, porque nós non podemos ter un porto exterior funcionando cunha débeda que poida xerar algún problema».
Explicó que aunque Arteixo no es una administración implicada en la resolución de ese conflicto, puntualizó que «as cousas con diálogo téñense que amañar». «Eu creo que a vontade de todo o mundo é que se resolva», dijo, más teniendo en cuenta que considera que el puerto exterior es una infraestructura de la que se beneficiará toda la comarca.