Un gran almanaque llamado Pena Furada

Toni Silva COIRÓS

A CORUÑA

El arqueólogo Antón Malde revela que el santuario pétreo de Coirós era una guía para marcar el calendario agrícola

12 oct 2015 . Actualizado a las 18:12 h.

El santuario de Pena Furada, un rincón cada vez menos escondido en el municipio de Coirós, es uno de los grandes hitos en la arqueología local de los últimos tiempos. Desde aquel paseo accidental de Antón Malde cuando aún era apenas un estudiante, los trabajos de este arqueólogo coruñés han sorprendido a referentes internacionales del mundo de la arqueología. Malde acaba de presentar en la sede de la inquieta asociación de Portas Ártabras sus «conclusiones astronómicas» sobre este recinto de piedra presidido por el relieve de la Moura, un esquema de mujer grabado en una gran roca. Los que acudieron comprobaron que las leyendas de sus gráficas estaban en francés. Porque eran las mismas que Malde había empleado en el congreso de Amiens, organizado por el Instituto Francés de Tecnología e Investigación. Ante ellos desgranó los aspectos arqueoastronómicos y rituales del lugar de Pena Furada, conclusiones marcadas por un ritmo paciente durante tres años, cruzando los dedos para que las nubes no impidiesen el estudio en jornadas vitales como los solsticios. «En San Xoán o sol sae alineado por detrás da Moura, que ao mediodía xa non se ve», explica el arqueólogo coruñés, quien matiza que el gran día de este santuario es el samaín. «Aí comprobamos que é o mellor momento de relación entre o sol e a Moura, unha figura relacionada coa fecundidade. O samaín é un momento de celebración que se ten programado dende a Candelaria», añade. Toda esta relación de trayectorias solares, apariciones y sombras son en definitiva un calendario para los habitantes de entonces, una guía para sus rutinas agrícolas. Pero también Malde ha descubierto el fuerte sello sagrado del lugar. En una zona plagada de castros, sus estudios han determinado un increíble vacío residencial por detrás del santuario. «Os espazos sagrados proxéctanse como espazos míticos». Con todo esto Malde reivindica la sabiduría de los habitantes de esta zona previa a la llegada delos romanos. «Hai que esquecer os tópicos de Panoramix», sentencia en referencia al famoso druida de Asteix y Obelix.