El gobierno local prorrogará dos años con Tranvías, pero quiere abaratar el billete
30 nov 2016 . Actualizado a las 16:46 h.Mañana se cumplen exactamente 30 años desde que el pleno aprobó otorgar a la Compañía de Tranvías la concesión de los buses metropolitanos. Y mañana, para el gobierno local, expira esa concesión, no porque lo diga el contrato -que fija esa fecha en el 2024-, sino porque María Pita aplica una normativa de la Unión Europea elaborada precisamente para promover la transparencia y la concurrencia en esos servicios públicos.
La normativa en cuestión indica que los contratos dados sin concurso de libre concurrencia no podrán pasar de 30 años y solo abre la puerta a continuar hasta el final de lo firmado en casos excepcionales. Hoy el gobierno llevará a junta de gobierno local una prórroga de la concesión por dos años. Además, consultará con Bruselas si en el caso coruñés la empresa puede seguir hasta el 2024 o habrá que hacer antes un nuevo concurso.
Esa aplicación del trámite administrativo no se traducirá, en principio, en cambios sustanciales para el usuario, que seguirá teniendo los mismos buses y las mismas líneas. Pero sí puede repercutir en su bolsillo, porque se abre la puerta, al menos parcialmente, a que el gobierno negocie con la empresa las tarifas sin la necesidad de tener que ceñirse a lo firmado hasta el 2024, básicamente porque ese acuerdo ya expiró.
«Iremos falando da reordenación de liñas, da cuestión das tarifas tanto para este ano como para o que vén, e incluso da posibilidade de revisar a fórmula polinómica», dijo ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, acompañado por el presidente de Tranvías, José Prada, durante la presentación de ocho nuevos buses.
La fórmula aludida es el sistema de actualización de precios firmado en el contrato de 1986 y que permite a la empresa subir las tarifas de ejercicio en ejercicio. Distintos gobiernos locales trataron sin éxito de eludir su aplicación, pero hasta ahora no ha sido posible, si bien ya en el anterior mandato la empresa congeló al menos un año las tarifas. El alcalde aseguró ayer que el bus tampoco subirá el año próximo. «Se a empresa continúa -porque Bruselas lo permite-, adaptaremos as condicións contractuais á normativa europea», dijo el alcalde, que en todo caso mostró su interés en que la firma pueda seguir hasta el 2024.
El bus factura cada año unos 25 millones de euros, de los que algo más de 9 millones los pone el Ayuntamiento, que financia a los usuarios del transporte. Con el bono general los vecinos pagan 0,85 euros por viaje, y con el bono social, 0,33. La diferencia entre esos precios y 1,30 euros -la tarifa fijada por viaje- la abona el consistorio, que paga en función del número de viajes.