Dimite el portavoz local del PSOE por las injerencias de Barcón en sus competencias

El PSOE busca nuevo portavoz después de que quien ostentara ese puesto desde poco después de las elecciones del 2015 decidiera ayer dejar el cargo. A primera hora José Manuel Dapena presentó su renuncia en el registro municipal. «No pretendo rehuir ninguna labor y responsabilidad, sino que pretendo (a la vista de la información que publica hoy La Voz de Galicia) que si Mar, como secretaria general, quiere cobrar mayor protagonismo asumiendo la portavocía, pueda hacerlo con total libertad», explicó ayer Dapena por WhatsApp a varios militantes de su partido. Por ese mismo medio se despidió también, poco antes de las diez de la mañana, del resto de portavoces, pidiéndoles que se dirijan a Mar Barcón mientras su grupo no resuelve quién tomará las riendas.

Tanto él como Barcón -la secretaria general- rehusaron ayer dar explicaciones y no contestaron al teléfono. El hasta ahora portavoz se refería en su mensaje a la militancia a la reunión mantenida sin su conocimiento durante las pasadas Navidades entre Mar Barcón y Xulio Ferreiro a instancias del socialista Francisco Cerviño y por mediación del edil de la Marea Alberto Lema. En ese encuentro la secretaria general de la formación coruñesa habría hablado con el alcalde de un posible acercamiento con el pacto entre PSOE y Marea como horizonte. Todo ello sin las presencia del portavoz municipal en la cita, cuando teóricamente él es la cabeza del partido en María Pita y los temas tratados afectaban directamente a su área de trabajo y al futuro del grupo municipal. La cita se organizó a sus espaldas y sin contar con su opinión. Teóricamente era un encuentro que no iba a salir del ámbito privado. Pero el secreto no duró mucho en el PSOE. Tras hacerla pública La Voz ayer, Dapena entendió que tenía que dejar el cargo.

Reunión aplazada

Hoy estaba prevista una nueva reunión entre Marea y PSOE para hablar de los presupuestos, pero tras la nueva crisis abierta en las filas socialistas el encuentro se ha pospuesto.

Está por decidir -por lo menos lo estaba a última hora de ayer- quién relevará a Dapena en el cargo. En su mensaje a los militantes el edil sugería que Barcón asumiese ese puesto si así lo deseaba, pero no parece posible esa solución, sobre todo porque hace año y medio la secretaria general de los socialistas coruñeses renunció a ese puesto tras haber cosechado el peor resultado electoral de su partido. Lo más probable es que el puesto lo ocupe el concejal José Manuel García, fichado como independiente por el PSOE para formar parte de sus listas en las últimas municipales y, desde hace unos meses, militante con carné de la formación.

Con Dapena era, hasta ahora, quien ocupaba un papel público más relevante en el partido, tomando la palabra en los asuntos más importantes en los plenos y con presencia habitual en las reuniones con el gobierno local.

Entre los seis ediles del partido en la corporación existe una clara división en dos grupos. Por una parte están Yoya Neira y Silvia Longueira, más partidarias a un acercamiento a la Marea y apartadas de la toma de decisiones desde el inicio del mandato, y por otra figuran Mar Barcón y los ediles más cercanos a ella: Dapena, García y Fito Ferreiro. Este último ha tenido menos presencia en la vida municipal y tiene otras responsabilidades en el partido a nivel nacional. No parece probable que vaya a ocupar la portavocía. La renuncia de Dapena supone, de hecho, una crítica a la secretaria general, que se quedaría solo con el apoyo de la mitad de los ediles que tiene, con tres descontentos con su gestión en una corporación en la que la Marea, con diez ediles, necesita cuatro más para lograr la mayoría.

En las cuentas para la nueva portavocía quedarían Barcón y José García, salvo que se produzca una rebelión en el grupo, del que la secretaria general tiene todavía las riendas tras resistir varios asaltos, desde las primarias locales a finales del 2014 -dos tercios de los afiliados votaron por Barcón- hasta las críticas por el batacazo de las municipales, que superó apartándose de la portavocía pero manteniendo, en segundo plano, el control sobre la agrupación.

Si hubiera alguna dimisión -no se esperan, Dapena solo renuncia al cargo, no al acta- entraría Pilar Neira, que concurrió de número siete y es afín a Barcón, aunque sin experiencia política, por lo que tampoco en ella recaería la portavocía.

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