La oposición no capitaliza la sensación de que la ciudad está yendo a peor
A CORUÑA
Apenas han pasado 19 meses desde las elecciones municipales. Mas de un tercio de la población percibe que la ciudad no va a mejor y es crítica con el gobierno, al que el 44 % de los descontentos culpa de no hacer nada. Para una oposición fuerte sería el escenario soñado, pero quizá solo sea una oportunidad perdida. Según la misma encuesta, el partido que sustenta el gobierno, y que por tanto podría pasar como el principal responsable de la situación, ganaría un concejal y mejoraría su intención de voto en cinco puntos, situándose como la primera fuerza indiscutible. El grupo de la oposición que ha permanecido más próximo al gobierno, el BNG, también sube y se apunta otra acta en el pleno. El principal grupo de la oposición, el PP, se estanca en diez concejales y mejora su intención de voto en poco más de un punto. El partido llave, el PSOE, que facilitó la investidura de Xulio Ferreiro y el gobierno de la Marea, es el más perjudicado, pierde dos concejales en favor de sus rivales en el campo de la izquierda y cuatro puntos en intención de voto, menos de los que gana la Marea.
Este es el escenario: una ciudad que según una parte importante de los encuestados va a peor, en la que solo crece de forma significativa el partido que la gobierna, y en la que se castiga en exclusiva al partido que facilitó la puesta en marcha del gobierno.
Es un escenario que confirma las estimaciones de los distintos asesores políticos de los partidos en María Pita y de veteranos componentes de gobiernos anteriores, que consideran que el gobierno local no está logrando ilusionar, pero que la oposición ha sido incapaz de presentar una alternativa creíble a su programa.
No solo eso. Mientras que la Marea parece una balsa de aceite con un líder claro, Xulio Ferreiro, el PSOE vive dividido y en crisis permanente, y cabe señalar que la encuesta fue realizada antes de las dimisiones de José Manuel Dapena y Mar Barcón. Es posible que hoy sus resultados no llegasen al 14,4 % de votos que les otorga el sondeo.
El PP no ha sufrido tanto internamente, pero tras la victoria de Feijoo en las autonómicas la rama coruñesa del partido ha desaparecido, es decir ha vuelto a su estado de los últimos años, cuando fue incapaz de movilizar a su electorado en las municipales. Tampoco se han producido visitas o actos para dar más visibilidad a su portavoz, Rosa Gallego, que compagina el cargo con la Diputación y la secretaría general provincial, y que a veces parece trabajar tan en solitario como la líder y edila única del BNG, Avia Veira. Más allá de los datos de intención de voto, la diferencia de conocimiento público entre ambas, nueve puntos a favor de la conservadora, a pesar de la diferencia de maquinaria entre el PP y el Bloque entre otros detalles, que pueden poner en alerta a los populares de que se van estancando en A Coruña.
No ocurre lo mismo en la Marea, donde la mejora de su intención de voto coincide con la valoración del alcalde, que ha aumentado en los últimos cuatro meses. Ferreiro es el único superviviente de los cuatro principales candidatos que se presentaron en el 2015 y aprueba en siete de los diez distritos. Las expectativas de la Marea se centran en su capital político, que consideran que les da una ventaja clara frente a sus oponentes.