El Ayuntamiento ordena el cierre de un bar de la calle Entrepeñas con un sótano ilegal
A CORUÑA
A primera hora de la mañana del pasado lunes, agentes de la Policía Local se presentaron en un establecimiento hostelero de la calle Entrepeñas, al que ya habían acudido anteriormente por quejas vecinales y altercados. Esta vez, los policías tenían la orden de inspeccionar el local después de que este había sido obligado a cerrar por distintas deficiencias en marzo del año pasado. Para reabrirlo al público, el dueño presentó la documentación conforme se habían efectuado unas obras de reforma para legalizar el negocio.
Los agentes habían tenido que acudir al establecimiento en numerosas ocasiones, según fuentes municipales, por las constantes quejas de los vecinos por los ruidos, así como por el consumo de tabaco y hasta droga en su interior. Además, el bajo cuenta con un sótano en el que supuestamente se celebraban fiestas. En una ocasión, según la Policía Local, se encontraron cerca de 70 personas en el interior. Un sótano que no reunía las mínimas garantías de seguridad, pues no cuenta con salida de emergencia.
Los agentes municipales también recuerdan que el pasado 15 de enero tuvieron que acudir al negocio por una llamada vecinal en la que denunciaba los ruidos que salían del bar. Al llegar, los funcionarios fueron recibidos con violencia por parte del hermano del dueño y de algunos clientes que allí se encontraban. Los policías tuvieron que echar mano de espray pimienta para defenderse.
En el control efectuado el lunes, los agentes comprobaron que las obras de reforma que dice el dueño haber hecho, jamás se iniciaron, por lo que se procedió de nuevo al cierre del establecimiento.
Por otra parte, una patrulla de la Policía Municipal procedió a la detención de un hombre que había sido sorprendido agrediendo a un viandante para robarle sus pertenencias. Ocurrió en la avenida de Finisterre, a la altura del 265.