El buque trabajará para una oenegé rescatando a los refugiados en aguas del Egeo y del Mediterráneo
05 abr 2017 . Actualizado a las 11:29 h.El buque Ibaizabal Tres, que tiene 43 años y con base hasta ahora en A Coruña, ya se bautizó como Open Arms, recibiendo así el nombre de la oenegé Proactiv Open Arms, después de que este remolcador fuera donado por la naviera española titular del barco a esta asociación benéfica.
Este barco realizó trabajos de remolque, de salvamento y rescate y apartir de ahora su misión será la de salvar las vidas de aquellos refugiados que naufragan cuando intentan llegar a Europa a través del Mar Egeo y del Mediterráneo central. De aquellos que huyen de los conflictos bélicos, como por ejemplo en el que se ve envuelto Siria, de la persecución y de la pobreza.
Proactiv Open Arms contaba hasta hace poco con un velero de lujo, el Astral, donado por el empresario italiano de colchones Livio Lomonaco. El barco fue construido en los años 70 para Cornelius Vanderstar, un superviviente del ataque de la Armada Imperial de Japón a la base naval de Estados Unidos en 1941.
Pero el fundador de la oenegé, Óscar Camps, visitó hace unos meses A Coruña para conseguir un barco de mayor porte, «porque con el "Astral" es muy difícil trabajar en invierno y no podemos poner en riesgo a la tripulación», contó.
El llamamiento para adquirir un barco más grande, «con capacidad para 400 o 500 personas», fue a nivel internacional. De hecho, el ruego de Camps surtió efecto y desde el pasado diciembre la oenegé cuenta con el pesquero reconvertido "Golfo Azurra", un barco de 43 metros de eslora y 8 de manga, que en agosto atracó en A Coruña al sufrir una avería cuando navegaba desde Inglaterra a Malta.
Negociación coruñesa
Pero aún contando con el "Golfo Azurra", los representantes de la oenegé, con el apoyo y la colaboración de la Autoridad Portuaria, continuaron negociando con la armadora Ibaizabal. Las conversaciones llegaron a buen puerto.
Los técnicos ya comenzaron hace unos meses a trabajar en el "Ibaizabal Tres" para adaptarlo a las necesidades de las víctimas de los naufragios que se producen en la ruta del Mediterráneo. Las actuaciones consisten en dotar al buque de nuevos y sofisticados equipos de navegación y comunicación.
El interior del remolcador, de 37 metros de eslora, 9,50 de manga y una potencia de 4.000 caballos, también está siendo rediseñado «para acoger zonas de habitabilidad destinadas a los náufragos», contaron fuentes próximas a las oenegé. Y finalmente el buque será subido al carro para revisar su casco y su máquina.
El nuevo "Open Arms" tratará de contribuir a rebajar las duras cifras de muertos en el Mediterráneo: 4.901 ahogados desde el 1 de enero al 20 de diciembre del 2016, según la Organización Internacional para la Migración.