
José Ramón Fonte, conocido como Moncho, el zurdo en la Ciudad Vieja o Moncho o Monchiño, en toda la ciudad, fue una persona extraordinaria, única e irrepetible. De unos valores muy profundos y sólidos. Derrochaba alegría, amabilidad, mostrando siempre una enorme servicialidad. Si a alguien he visto desvivirse por los demás ha sido a él. Era sumamente gracioso, ocurrente, ingenioso. Nadie contaba los chistes como él. Con solo mencionar su nombre a todos los que lo conocimos nos viene una dulce sonrisa. Su relación con el CD Calasanz empezó a finales de los años sesenta, a través del Club Deportivo Ciudad, del que fue jugador, directivo, delegado y socio hasta su último día. Moncho, junto con el padre Fidel, escolapio, fue el artífice de la fundación del Calasanz. Ni que decir tiene que los valores que Moncho tenía se han intentado transmitir e inculcar a cada jugador del club. Además, fue secretario del Colegio Calasanz desde 1988 hasta el 2004. Toda la comunidad educativa mostró su afecto y mayor consideración a la labor realizada por Moncho. Han quedado de testimonio los libros de escolaridad (muchos alumnos los conservan con inmenso aprecio) que él cubría a mano con su maravillosa caligrafía. Conocí a Monchiño en 1987 y ha sido como un padre para mí, de las personas que más huella me dejaron. Doy gracias a Dios por haber tenido la inmensa suerte de tener un maestro como él.