La Xunta paga 20 millones para que Batería, Calvo Sotelo y La Solana sean suelo público
A CORUÑA
Una parte de San Diego también se excluye de las ventas con las que se financiará Langosteira
19 abr 2018 . Actualizado a las 10:22 h.El convenio firmado en el año 2004 entre Ayuntamiento, Xunta y Fomento preveía, entre otras cosas, que en Batería y Calvo Sotelo se construyese un centro comercial de 18.000 metros cuadrados. También la venta de los muelles que fueran quedando desafectados con el traslado de la actividad a Langosteira. El dinero generado se emplearía en pagar parte de la obra del puerto exterior. Eso ya no será así. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna; el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, y el de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada, firmaron ayer un convenio mediante el cual una parte importante de los muelles seguirá en manos públicas. No habrá cesión gratuita, sino que la Xunta pagará hasta 20 millones de euros para blindar el uso público de Batería, Calvo Sotelo y La Solana, así como de una parte de San Diego.
La fórmula
El 51 % para la Xunta. El protocolo fija que los terrenos que seguirán siendo públicos formarán parte de un condominio, un ente participado al 51 % por la Xunta y al 49 %, por ahora, por el Estado. «Nunca una comunidad autónoma había decidido hacer una aportación dineraria para garantizar la titularidad pública de un espacio que hoy es portuario», dijo el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.
Las consecuencias
«No habrá subasta». Feijoo -que empleó gallego y castellano en sus intervenciones- apuntó que con el protocolo firmado «no habrá subasta» de los terrenos sujetos al convenio. «Llegamos a una buena solución para el futuro de A Coruña, la que nos ha pedido el Ayuntamiento en sus mociones y resoluciones», dijo el presidente. Con la Xunta como propietaria mayoritaria el suelo será para uso público.
Otras Administraciones
Más aportaciones. «Hai dúas políticas, a das soflamas, dos que prefiren protestar en vez de propoñer e construír, e a dos feitos», dijo Feijoo en alusión al Ayuntamiento de A Coruña. A este y a la Diputación abrió también la puerta del nuevo acuerdo el presidente. «Invito a Diputación y Ayuntamiento a que comprometan sus presupuestos y participen en la adquisición de estos muelles», apuntó el presidente, que les pidió que se incorporen como «socios leales» al plan. Feijoo consideró «un asunto de enorme trascendencia» el futuro de los muelles interiores y por eso, dijo, «comprometemos o presuposto de todos os galegos».
Solución bilateral
Competencias. Feijoo recordó que los terrenos portuarios son competencia estatal y parcialmente de la Xunta, motivo por el que las negociaciones se hicieron a dos bandas, Xunta-Estado, sin el consistorio. «Ahora que estamos de acuerdo, espero que Ayuntamiento y Diputación hagan sus propuestas», dijo, y apuntó que «no era razonable trasladar al Ayuntamiento un problema que tienen que resolver Xunta y Estado.
Oportunidad política
Coincidencia. Preguntado el presidente sobre la coincidencia entre el anuncio del protocolo y el foro que prepara el Ayuntamiento para la próxima semana, en el que se hablará del futuro de la fachada marítima, Feijoo recordó que tanto Xunta como Fomento llevan trabajando desde el pasado octubre en buscar un acuerdo, y que nada tiene contra las jornadas que prepara el consistorio. «Si somos culpables de algo es de haber sido capaces de llegar a un acuerdo, y asumo esa responsabilidad», ironizó Feijoo.
EL resto de los terrenos
Necesidades financieras. Ayer se habló de los terrenos que quedarán en manos públicas, pero no del resto. Feijoo tampoco especificó qué suelo se quedará la Xunta en San Diego. El motivo que generó la propuesta inicial (2004) de venta de suelo era conseguir fondos para Langosteira. «Era evidente la desproporción entre la inversión necesaria y los recursos de la Autoridad Portuaria», dijo el presidente de esta, Enrique Losada, en alusión a la deuda de más de 300 millones que pesa en las cuentas de ese organismo. Lo más probable es que los planes de venta sigan adelante, tanto del Finisterre como del resto de San Diego, aunque con el nuevo convenio firmado ayer seguramente cambiará el plan urbanístico propuesto para esa zona de la ciudad.