Marea, PP, PSOE y BNG han cambiado de postura sobre Langosteira y los muelles según la situación política
26 abr 2018 . Actualizado a las 11:03 h.En el 2004 se firmaron los convenios para construir el puerto exterior. Preveían la apertura de los muelles interiores a la ciudad, y su urbanización para financiar la obra de Langosteira. El pacto ha sido muy polémico, especialmente por la amplia construcción de viviendas prevista en San Diego, y los partidos han variado su postura según la situación política.
PSOE
De impulsor a descolgado. Los socialistas son los grandes responsables de los acuerdos del 2004. Aún hoy, el exalcalde Javier Losada defiende el proyecto que encargaron a Joan Busquets para los muelles urbanos diciendo que el PSOE sí tenía «un proyecto para la ciudad y desde la ciudad». El plan preveía construir viviendas, parques y jardines, y edificios emblemáticos y hosteleros. También buscaba garantizar fondos para Langosteira.
El PSOE dio un giro en diciembre del 2015 detrás de la estela de la Marea, con una moción que instaba a revisar los convenios del 2004. El edil de Urbanismo, Xiao Varela, saludó el aterrizaje socialista en la «nova liña política». Avia Veira (BNG) habló de «rectificación como un mundo».
El presidente de la Diputación, Valentín González dio otro giro al rechazar ahora sumarse al acuerdo Xunta-Fomento-Puertos para la zona. Su justificación de que carece de competencias no encaja con el hecho de que ese mismo día un millón de euros a la obra de Riazor, o que la diputación Foral de Vizcaya sí participe en la urbanización de los muelles de Bilbao. Su postura ha sido criticada por veteranos como el exconcejal y ex secretario de Estado José Luis Méndez Romeu, que advierten que el PSOE, por primera vez en cuatro décadas, se está borrando de los asuntos estratégicos de la ciudad a través de las instituciones en las que gobierna.
Marea
En tres años, tres cambios. Aunque es una formación mucho más joven, la Marea también ha dado varios virajes en los muelles. El alcalde, Xulio Ferreiro, ha logrado separar los convenios del 2004, que critica como «operación especulativa», de su resultado: la «gran oportunidade» que supone que los muelles vuelvan a la ciudad al trasladarse la actividad portuaria a punta Langosteira. A mediados del 2017, La Marea transigió con que el hotel Finisterre fuese subastado -aunque el año anterior se había opuesto-, Ferreiro no «descartaba totalmente» usos residenciales en el muelle de San Diego, y reconocía la necesidad de garantizar la financiación de Langosteira -aunque en el 2015 había comparado la obra con la del polémico aeropuerto de Castellón-. Ese acercamiento se quebró en octubre del 2017, cuando el gobierno local presentó a Puertos una propuesta de máximos que rechazaba todos los usos residenciales, no daba alternativas para financiar Langosteira y exigía la cesión del Finisterre para convertirlo en una «instalación hotelera en suelo de titularidad pública».
PP
De la subasta a lo público. En el 2004, cuando era conselleiro de Política Territorial, Alberto Núñez Feijoo calificó los convenios de «clandestinos», ya que no fue invitado a su firma y tardaron días en enviarle una copia, aunque tenía competencias. La semana pasada Feijoo actuó de forma similar cuando firmó el acuerdo con Fomento y Puertos. Ni la corporación ni el gobierno local fueron invitados, lo que propició críticas similares del PSOE y la Marea, aunque 13 años después y en dirección política contraria.
El PP también ha corregido decisiones. El presidente del Puerto, Enrique Losada, nombrado por la Xunta, inició la subasta de La Solana y el hotel Finisterre. Beatriz Mato, componente del consejo del Puerto, votó a favor. Además se dieron pasos para subastar los muelles de Batería y Calvo Sotelo. Ante las críticas, el partido empezó a ponerle la proa a esos movimientos, primero con mociones que pedían mantener la titularidad pública, y después, con el pacto firmado por Feijoo, que pretende garantizar que los muelles y La Solana mantengan esa propiedad pública, y ha pillado con el pie cambiado a sus rivales.
BNG
Más duro en la oposición. El Bloque es muy crítico con los convenios del 2004 y la inversión privada en los muelles. Pero su postura no fue siempre tajante. En el 2009, el teniente de alcalde Henrique Tello afirmaba que vería con buenos ojos la entrada en el proyecto de «financiamento privado sempre que non sexa a cambio de incrementar a densidade da construción». Dos años antes, Tello, alcalde en funciones, pedía que se respetasen los convenios del 2004 para desarrollar cualquier actuación en el Puerto. Hoy, en la oposición, el BNG rechaza por completo tanto esos pactos como que haya concesiones privadas en los muelles.