Las nueve dimisiones de sus antiguos partidarios dejan a ese sector en minoría
10 may 2018 . Actualizado a las 11:47 h.La dimisión, el martes, de nueve miembros de la ejecutiva local del PSOE marca el inicio de una nueva etapa en el partido, que desde el otoño del 2011 había estado controlado por el sector que en su día lideró Mar Barcón.
Los dimisionarios son el vicesecretario y portavoz de la ejecutiva, Juan Ignacio Borrego, y el secretario de organización, Fito Ferreiro. También se han marchado los responsables de Administración, Cultura, Sanidad y Movilidad: Javier Blanco, José Trigueros, Mari Carmen Cabanas y José Manuel Cereijo; y tres vocales: Diana Cabanas, José Antonio García y Guillermo Cedillo.
Todos provienen de lo que dentro del partido se conoce como el «sector barconista», aunque la propia Mar Barcón abandonase la secretaria general en enero del 2017, dejase el acta de concejala en junio de ese año y no haya mostrado en ningún momento su apoyo a las dimisiones.
Pero el sector existe, o más bien existía, ya que se empezó a disgregar casi al día siguiente de que Barcón dejase el acta.
Además de los dimisionarios, formaba parte de él José Manuel García, el actual portavoz municipal, que ha mostrado su «respeto» por esa decisión de sus compañeros, pero también ha valorado la «coordinación» de su trabajo con la secretaria general, la abogada Eva Martínez Acón.
Las dimisiones se han presentado por discrepancias con Martínez Acón, que proviene del sector de fieles al líder del PSdeG, Gonzalo Caballero. La otra familia, junto a los barconistas, que formó la actual ejecutiva local a principios del mes de febrero.
Si los ceses continúan, de llegarse a 20 tendría que disolverse la ejecutiva y se formaría una gestora, Acón tendrá ahora la sartén por el mango. Las nueve dimisiones dejan a su sector en mayoría. Pero la secretaria general sigue al frente de un partido muy dividido, también entre sus partidarios. Por el momento está prevista una reunión el sábado para reorganizar la ejecutiva. Pero hay otras posibilidades que ya se han planteado, como reformar la ejecutiva en profundidad a través de una asamblea o intentar un acercamiento al sector del PSOE provincial, que se quedó fuera del acuerdo de febrero y que fue durante años el principal rival interno de Barcón y los suyos, hasta el punto de impedir que el PSOE de A Coruña tenga presencia alguna en la Diputación. Finalmente, no faltan voces que apuestan por incrementar la presión contra los antiguos barconistas con el objetivo de desarticular por completo el sector que marcó el devenir del PSOE durante más e un lustro.