La plaza de San Pablo: un parque infantil poco protegido de un desnivel de 4 metros
A CORUÑA
Las obras en el espacio público están a punto de finalizar, pero el resultado no convence a los vecinos del barrio
05 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las obras en la plaza de San Pablo están a punto de llegar a su fin. A pesar de no estar terminadas todavía, ya se puede vislumbrar el resultado: un parque infantil y una pista de deportes.
Con todo, la nueva cara de la plaza, una zona de tránsito habitual para las familias que viven en el Ensanche coruñés, no acaba de convencer a todo el mundo. Si bien el nuevo parque infantil está situado en una zona más soleada que en su anterior localización, ahora está más próximo al desnivel que separa las dos alturas de la plaza. El principal descontento de los vecinos es precisamente la forma en que han construido el espacio dedicado a los niños: «Poco protegido del desnivel con una barandilla muy baja», opina un abuelo acompañado por su nieto, al que acaba de recoger de la guardería que está justo al lado del parque. La barandilla de la que habla es una de las novedades en la plaza con la creación del parque infantil. Precisamente actúa como medida de seguridad -insficiente, según algunos vecinos- ante el desnivel de cerca de tres metros que está junto al parque infantil. Además, añade otro vecino, «hay una especie de altillo para subirte, por lo que la barandilla te puede quedar a la altura de la cintura. Es peligroso, los niños podrían apoyarse y caerse para atrás. Deberían de hacer una valla alta en lugar de una barandilla».
Demasiado sobrecargada
Los vecinos, que aseguran estar descontentos con el resultado, opinan que «el Ayuntamiento se ha gastado mucho dinero para dejarla prácticamente igual». Y es que antes de empezar las obras, la plaza ya contaba con un parque infantil, solo que mucho más pequeño y situado al lado de la iglesia de San Pablo. La principal novedad es una pista de deportes que ocupa gran parte de la plaza, una implementación que también ha generado diversas críticas. «La pista ocupa mucho espacio y así se resta sitio para los juegos de los niños pequeños, que es lo que más hay por aquí», comenta la madre de una niña que también acaba de salir de la guardería.
Otros, sin embargo, opinan que hay que tener en cuenta que la plaza ya está rodeada de edificios altos que restan visibilidad y sensación de espacio abierto, por lo que «llenando la zona con demasiadas cosas no queda sitio para nada y así parece mucho más pequeña y cerrada», apunta otro vecino. «Es un espacio demasiado pequeño como para poner una pista de deportes. Así está muy sobrecargada», añade.