Abierto por vacaciones

A CORUÑA

CESAR DELGADO

Fiestas, eventos y muchos turistas. La comarca no descansa en agosto. Para algunos es su gran momento del año. Se preparan con antelación para el aluvión de verano y así es como pasan las vacaciones, trabajando para que otros disfruten

10 ago 2018 . Actualizado a las 13:07 h.

Verano es sinónimo de playa y de sol. Y de sombreros. Y de eso sabe mucho Miguel Benito, conocido por todo el mundo como Uría, la tercera generación de tenderos de Casa Uría. En esta ferretería de A Ponte Nova de Betanzos hacen el agosto en agosto. Literal. «Es nuestra época fuerte del año con mucha diferencia», cuenta Uría, que recuerda cómo empezó el negocio, hace muchos años. «Era de mi abuelo, que tenía una fonda. Después siguieron mis padres y yo llevo toda la vida aquí con mi mujer». Sabe bien lo que es trabajar en verano, pero no le importa en absoluto.

A las puertas de su negocio, que llama la atención por la cantidad de sombreros que decoran la fachada, llegan muchos turistas, sobre todo peregrinos. «Se está notando mucho el efecto del Camino», apunta. Los viajeros que entran en Casa Uría piden sombreros, platos de pulpo, botas de vino, y ¡hasta maletas! Pero no solo de turistas vive esta tienda de Betanzos. Agosto es sinónimo de fiestas al aire libre y en toda buena romería no puede faltar una parrilla. «Vendemos más y también paelleros, que están muy de moda», asegura Benito. Recuerda que cuando era pequeño sus padres se preparaban para los meses de verano con antelación. «Había que ser previsores. Ahora vamos más con el día a día, el comercio cambió mucho», sostiene.

Trajes a medida

P. G.

Muy cerca de otro puente, en A Ponte Vella, trabaja uno de los pocos sastres que quedan en la comarca. Es agosto y no para de abrirse la puerta de Xastrería Tano. Unos vienen para hacerse las últimas pruebas, otros para recoger sus encargos. «No puedo decir las horas que hago estos días, pero muchas», cuenta con una pequeña sonrisa Tano, Fernando Martínez. Heredó la sastrería de su padre y sigue al pie del cañón cosiendo trajes a medida. «Ao longo do ano hai dous picos de serra de carga de traballo: o 15 de agosto e o 25 de decembro», apunta. Tano atiende bodas, fiestas y a grupos regionales que necesitan renovar su vestuario para todas las actuaciones que tienen durante el verano. «Hai clientes que xa viñan con meu pai», asegura. Tano mantiene la calma: la costura necesita de tiempo y mucha paciencia.

ANGEL MANSO

Todo el mundo quiere estar guapo para las fiestas. Eso lo saben en la peluquería Suárez, en Sada. «Tenemos gente que viene a arreglarse para las fiestas con 90 años, es una experiencia muy chula porque estamos peinando también a sus bisnietos. Se crea un vínculo emocional muy potente», cuenta Carlos Suárez, al frente de este negocio familiar. Reconoce que esa costumbre se mantiene entre la gente mayor, pero disminuye entre los jóvenes. «El sector cambió mucho en los últimos años: «En el 2007 en los días de fiestas, entre el 14 y el 18, podías tener metidas en la peluquería a 120 personas. Ahora tenemos entre 60 y 70 y ya es mucho», apunta. Otro de sus puntos fuertes en verano son los turistas: «Se nota una mayor afluencia». Las bodas completan la época fuerte de la peluquería: «Hay gente que reserva ya con un año de antelación para agosto». 

Fuegos artificiales

P. G.

Más negocios que no paran en verano. ¿Qué sería de una fiesta sin sus bombas de palenque o sus fuegos artificiales? Para Pirotecnia Rocha este es el momento más potente del año. «Estamos a tope», confirma Rafa Castro, quinta generación de una familia de pirotécnicos de Paderne. En pirotecnia Rocha-Areas Llevan desde 1890 animando las fiestas de media Galicia. «Desde Pascua prácticamente hay una o dos fiestas todas las semanas. A partir de San Juan y hasta finales de septiembre es cuando hay más apuro», explica. Para que no los pille el toro tienen un almacén «para 10.000 kilos». «Este verano están contratándonos a última hora por todos los trámites que hay que hacer», asegura Rafa. Hay días que están completos: «Es raro que no podamos atender todas las demandas, pero este verano tuvimos que decir a alguna que no». Entre los gustos de la gente, los fuegos de colores ganan al fuego de ruido. «Cuando echamos fuegos por la noche mucha gente nos dice que le gusta, que no los había visto nunca y eso te da mucha satisfacción», confiesa Rafa. Les queda aún mucho trabajo por delante antes de que lleguen las merecidas vacaciones: «En diciembre descansamos».