«Los niños ven ahora 'Stranger Things', cuando yo era crío las cosas raras me pasaban a mí»

Afirma Sergio Fernández, más conocido como El Monaguillo, que está haciendo un servicio social abriéndole los ojos a la gente sobre la cantidad de cosas raras que pasan a nuestro alrededor. Podremos descubrirlo este sábado a las 20.30 horas en Palexco, donde presentará su espectáculo ¿Solo lo veo yo? Entradas desde 13 euros.

-¿Qué es lo que solo ve usted?

-Lo que veo yo es que parece que nadie lo ve, por eso voy repartiendo por España este conocimiento, así que estoy haciendo como una labor social. Ahora a los niños les ponen Stranger Things, pero cuando yo era pequeño las cosas raras nos pasaban a nosotros, que íbamos a las atracciones de las ferias y nos montábamos en unos cacharritos que tenían mierda hasta arriba y no estaban homologados ni nada. Y el Mickey Mouse que había pintado era un Mickey raro, que lo había pintado el del tren de la bruja, que por cierto, no era una bruja porque iba en chándal. Todo eso lo he visto yo, y sí que era raro. Hablaré de todo esto y de muchas cosas más, como el hecho de que yo no haya ligado en mi vida por dos tonterías, porque me fallan el cuerpo y la cara. Al final termino el show cantando y la gente bailando conmigo.

 -¿Juega con el público?

-Combino los monólogos con la interacción con el público. Bajo a las butacas a hablar con la gente, a los niños les hago un regalo al comienzo de la función que no voy a desvelar.

-¿Niños? ¿Es una función apta para todos los públicos?

-Claro, vienen señoras que puede que sea el último espectáculo que vean de mayores que son, y muchos niños que me conocen de la tele. Esto hace que cada noche el espectáculo sea distinto.

-¿Cómo se hace un humor que funcione con niños y con adultos?

-Hago el humor que me sale, sin más. Siempre he querido hacer algo atemporal, y para eso es mejor basarse en la nostalgia que en la actualidad. Distorsionar todo lo que tenemos alrededor y que todos conocemos. Hago un espectáculo de humor blanco, no me meto en política, ni hablo de sexo, ni piso ningún terreno delicado. Si se me escapa algún taco es para darle énfasis a algo, pero dicen muchos más tacos en cualquier programa de la tele. Es un espectáculo familiar, nada agresivo. Y funciona, el otro día actué en Barcelona ante 1.500 personas de las que unos 500 eran niños, y nadie cogió a sus hijos y se fue del espectáculo.

-Pues últimamente lo que se lleva es ofenderse con lo que dicen los humoristas.

-Me quito el sombrero ante los humoristas transgresores, aunque no es el tipo de humor que yo hago. Lo mío es más de provocar la carcajada y no de hacer pensar al público. Son dos tipos de humor y los dos son muy necesarios, que la realidad es muy dura, y los humoristas tenemos que distorsionarla.

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