
La célebre cantante portuguesa, una de las voces revitalizadoras del fado, actúa este sábado en el Palacio de la Ópera
06 nov 2018 . Actualizado a las 11:43 h.Asegura que se siente más cómoda con el término intérprete que con el de fadista. Pero nadie va a negarle a estas alturas a Mariza su condición de pieza fundamental dentro del fenómeno revitalizador que sufrió el fado hace unos años. Otra cosa es que la cantante haya trascendido a otros niveles desde la publicación en el 2001 de aquel Fado em Mim, su álbum debut, que cambió la historia de la música portuguesa. Actúa en el Palacio de la Ópera este sábado, con entradas a partir de 20 euros de las que ya ha despachado casi tres cuartos del aforo. Viene presentando su nuevo disco, titulado simplemente Mariza.
-¿Por qué ha titulado su disco con su nombre?
-Realmente el disco no tiene título. Estuve barajando varios, pero ninguno me sonaba correcto para este disco. Así que la final se quedó así, Mariza. Es que al fin y al cabo soy yo. Y así, con mi nombre, lo encuentras seguro en la tienda de discos.
-¿Supone esto que se trata de su disco más personal?
-Todos mis discos son muy personales, porque cada uno documenta un momento concreto de mi vida. Yo soy una observadora de la gente, de las cosas. Me encanta saber lo que le pasa a mis amigos, sus romances… Y todo eso termina influyendo lo que canto. Son momentos de mi vida, o de la de alguien. Pero son momentos muy verdaderos, porque yo no puedo cantar algo que no sienta.
-Pero en este disco ha grabado su primera canción de la que es autora de la letra, «Oraçao».
-He escrito muchas canciones y poemas, desde muy joven. Pero nunca había dejado que apareciesen en ningún disco. Me faltó coraje para cantarlas. Creo que son tan personales que me echa para atrás. Cuando estoy en el escenario me desnudo ante el público, así que cantar algo mío, que se viese el dolor que estaba sintiendo cuando lo escribí, me parecía demasiado. Por eso prefería expresarme a través de las palabras de otras personas.
-¿Por qué ha grabado entonces este tema?
-Pues fue casi por imposición. Se le puso música a esta letra, pero yo pensé que sería para probar, para ver si funcionaba la música. Se mandó a Javier Limón, el productor, y le encantó. Todos estábamos muy contentos, pero yo estaba convencida de que ese tema se cambiaría, que así no entraría en el disco. Pero ahí está. Eso sí, en directo no suelo cantarlo…
-Es una canción triste...
-No es triste, es melancólica, que es distinto. El fado canta a los sentimientos de la vida, y estos cuando los pones en el papel, suelen ser duros. De ahí salen las grandes canciones. Yo estaba en un momento difícil cuando la escribí, es cierto, y eso se ve en la canción.
-Ha citado a Javier Limón, productor con el que vuelve a trabajar, y ya van unos cuantos discos.
-Cuando encuentras una persona que te entiende sin tener que hablar, está todo dicho. No puedes dejarla escapar. Y eso es lo que me pasa con Javier. Además tenemos una complicidad musical enorme y una amistad tan grande que no me apetece trabajar con nadie más. Es tan fácil y natural…
-Por cierto, ¿cómo debo presentarla? Es que lo de fadista igual queda corto, porque en este disco hay fados, pero también baladas, pop...
-Mejor pon intérprete, porque me veo como alguien que se dedica a interpretar la vida. Lo que hago es coger las emociones y transmitirlas a través de la música, y esta puede ser fado, pop o lo que sea, no renuncio a ningún estilo. Lo único que quiero es que sea música bien hecha y, a poder ser, en portugués.
-Eso sí, siempre unida a Portugal.
-Pues con la edad me siento más africana cada año que pasa. Sabes que mi madre es africana y yo he pasado mucho tiempo allí de visita desde que era niña. Estoy harta de vivir en Europa, cansada de los aeropuertos, de este frenesí y esta mentalidad rígida. En África es todo mucho más sencillo, más natural. El otro día se lo decía a mi madre, que nació allí. Le dije que quería irme a vivir a África, y me dijo que estaba totalmente loca. Ahora con mi hijo, que tiene siete años, veo cuando vamos allá que es mucho más libre, más puro.
-Esto lo ha reflejado en su música.
-Es así, siempre he colaborado con músicos africanos. Pero es lo que te decía antes, no concibo esa separación en la música: ahora voy a hacer un tema africano, ahora un fado, ahora uno pop… No, para mí es todo música, sin más. Y si aparecen África o Brasil en mis canciones no es algo consciente, simplemente sale.