El centro tecnológico de la UDC dejaría libres dos tercios de la superficie de la fábrica de armas

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El proyecto ocupa 90.000 de los 267.000 metros de la parcela

16 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El centro tecnológico avanzado que la Universidade da Coruña y el Clúster TIC planean para los terrenos de la fábrica de armas apenas ocuparía un tercio de la superficie de la parcela (más de 267.000 metros cuadrados), con una edificabilidad máxima de 489.000 metros, según el documento que recoge el proyecto. Este aprovechamiento dejaría libre una bolsa de suelo superior a 150.000 metros cuadrados, que podría alojar otras actividades o un nuevo complejo hospitalario en caso de que esta opción para centralizar la atención sanitaria en la ciudad, hasta ahora desperdigada, saliera adelante.

El rector de la UDC, Julio Abalde, confirmó que el suelo que pretenden se limita al que actualmente disfruta la empresa concesionaria, Hércules de Armamento, en el área construida que ocupa el centro de la parcela. Se trata de diez edificios para los que se ha elaborado un proyecto de rehabilitación presupuestado en 12 millones de euros, que el clúster de empresas tecnológicas ya ha presentado a una convocatoria del Igape para subvencionar hasta el 50 % de la obra.

La reutilización de estas infraestructuras y el levantamiento de centros de nueva planta sumarían alrededor de 50.000 metros cuadrados construidos, de los que más de 41.000 tendrían uso industrial TIC. Instalaciones especiales de formación (escuela infantil y al menos cuatro másteres universitarios), almacenes, espacios deportivos (piscina, gimnasio), aparcamiento, comedor y un centro de atención sanitaria completan la bautizada como Ciudad de las TIC. El documento alude asimismo «a una solución arquitectónica de referencia» que queda sin explicar.

De Pedralonga a Cambridge

Los promotores invocan el éxito de la Milla del Conocimiento de Gijón, un espacio que reúne ciencia, arte, cultura y tecnología; la Ciudad Digital de Barcelona o el University Park de Cambridge, en Estados Unidos, un proyecto de renovación urbana de carácter mixto que combina oficinas y laboratorios de biotecnología con participación de la ciudad, el MIT y un gigante inmobiliario con operaciones multimillonarias en Manhattan y California.

«Tenemos que ser capaces de convencer a la Administración propietaria de los terrenos para que nos dé la oportunidad de utilizarlos», animó Julio Abalde. Si el Ministerio de Defensa, inmerso desde hace décadas en un proceso continuado de cesión o venta de inmuebles, aprueba el plan, que garantiza la continuidad y diversificación de la actividad productiva de la fábrica y, a la vez, le permitiría mantener el control sobre el resto de la parcela, solo habría que obtener los 22 millones necesarios para financiar el proyecto. «Es un polo de innovación, investigación y tecnología y servirá de polo de atracción de riqueza y desarrollo para toda Galicia», subraya el rector, que estima en tres años el tiempo necesario para el arranque de la actividad industrial. Antes, en año y medio, podrían empezar a funcionar los centros tecnológicos. «Habrá que ir programando qué proyectos se van presentando a las distintas entidades y, a partir de ahí, ir renovando los apoyos. El proyecto, desde luego, es posible», dice.

Trescientos investigadores hacen del Citic el departamento de I+D+i de las empresas locales

La Ciudad de las TIC replica a mayor escala el modelo de parque tecnológico desarrollado por la Universidade da Coruña a través de cuatro centros especializados que ofrecen a las empresas locales un departamento compartido de I+D+i. Setecientos investigadores están integrados en grupos o proyectos adscritos a estas cuatro sedes, de las que el Citic de Elviña, el germen del proyecto para la fábrica de armas, ocupa un lugar preeminente. Es el único Centro de Investigación Singular de Galicia, un distintivo financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y la Xunta, aloja a 13 grupos nacidos en la Facultade de Informática, de los que nueve han sido catalogados de Referencia Competitiva, y suma más de cien proyectos de transferencia en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación con pymes, grandes empresas y Administraciones públicas. De la demanda del sector privado de ocupar un espacio en el campus, próximo al Citic, nació la idea del polo de innovación de Pedralonga. Gran parte de sus 300 investigadores se incorporarían al nuevo ecosistema, apoyados en menor medida por los 150 científicos del CICA (especializados en Química, Biología y Ciencias Ambientales) y los 137 del Citeec, en Edificación e Ingeniería Civil.