Mónica Martínez (C'S): «Vamos a dialogar con todos, no tenemos líneas rojas»

Mónica Martínez (A Coruña, 1972) acaba de llegar a la política y casi sin transición encabeza la lista de Ciudadanos. Filóloga de formación y periodista de profesión, trabaja y es socia de una empresa de publicidad, Urban Simulations, enfocada a la arquitectura. Circula por ahí el rumor de que no es coruñesa, sino de Zas, algo que le hace mucha gracia.

-Es que todos los gallegos tenemos aldea y la mía es San Cremenzo, en Zas, de ahí son mis abuelos y es un sitio que adoro y al que vuelvo cada fin de semana.

-¿En qué barrio vive?

-En Matadero, con unas vistas que lo hacen el mejor sitio del mundo, aunque por circunstancias vitales de mi pareja paso la mitad del tiempo allí y la mitad en Oleiros. Con mi familia viví en Os Mallos.

-¿A qué colegio fue?

-Al Rosalía de Castro, donde empecé cuando todavía eran barracones. Mi madre aún se acuerda de cuando en las protestas coreaban: «Queremos unha escola e non unha chabola».

-¿Es hacer vida de barrio o de bajar al centro?

-Un poco de todo, por Monte Alto hay muchos sitios, pero intento ir a todas partes. En A Coruña hay una gran cantidad de locales e intento probarlos todos.

-¿Cómo acabó en política y en Ciudadanos?

-En el 2006 leí un reportaje sobre Albert Rivera, cuando nació el partido. A partir de ahí, el mensaje que transmitía me gustó. Un amigo, afiliado, siempre me decía que tenía que meterme. Me fue calando y ahí estoy. Di el paso porque estamos cansados todos de cómo está la ciudad, es lamentable. Yo quiero vivir aquí y me da pena cómo está, vamos en picado.

-¿Que pasó con José María Paz Gago? Iba a ser él el candidato.

-Prefiero no entrar en eso. Hay que avanzar, pensar en lo que podemos hacer.

-Si no hay mayorías y hace falta su voto, ¿cuáles son las líneas rojas?

-Nuestro objetivo es sumar lo máximo posible y entrar en el gobierno local. Dialogando con todo el mundo, sin líneas rojas. Pero los pactos son después del 26 de mayo, ahora sería incoherente. Nosotros ofrecemos diálogo pensando en el interés de los ciudadanos, ya no hay mayorías absolutas, hay que dialogar y negociar. Eso es la política y eso es pensar en el bien de los coruñeses.

-¿Qué urgencias ve en la ciudad?

-Arreglar el tema de la limpieza y el urbanismo, cómo está la ciudad. Está parada, sucia, el gobierno local no habla con quien tiene que hablar para llegar a acuerdos, hay una parálisis absoluta, un desprecio a la iniciativa privada. Hay que recuperar el orgullo de pertenecer a una de las ciudades más bonitas del mundo. ¿Por qué no podemos tenerla a la altura en cultura, seguridad, turismo...? Hemos perdido civismo y urbanidad. El estado de abandono, me decía un amigo, le recordaba a los años 80, y me lo decía preocupado. Aquí caminas y todo está lleno de hierbajos. La imagen es lamentable. Esto hay que recuperarlo.

-¿Qué opinión le merece el actual gobierno local de la Marea?

-La Marea es inacción, falta de gestión. No puedes dejar caducar contratos durante años. Hay que revisarlos uno por uno. La basura, los autobuses, las bibliotecas... No creo que sea tan difícil. Se perdieron 15 millones en inversiones y eso es una barbaridad. Creo que a la Marea le pilló por sorpresa el gobierno y han tardado en reaccionar, pero cuatro años son muchos para eso.

-¿Cuáles son sus principales propuestas?

-Queremos crear empleo y ayudar a las familias. Hay mucho paro juvenil y precariedad. Nosotros defendemos la ciudad de las TIC en la fábrica de armas. Queremos eliminar la tasa de apertura y mucha burocracia. No puedes estar tres años esperando por una licencia. Promoveremos ayudas a la conciliación: aumentar el número de guarderías, dar atención a las familias numerosas.

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