En 1903 el río era el límite del dominio político del republicanismo coruñés
09 jun 2019 . Actualizado a las 21:45 h.Era la vía de salida hacia Madrid. Y para hacerlo había que atravesar el puente del río Monelos (estaba en la rotonda actual al comienzo de la avenida de Monelos). Desde 1836, y hasta 1912, el río servía de límite administrativo entre los ayuntamientos de A Coruna y Oza. Pero también era la divisoria de dos mundos contrapuestos. Una frontera política y sociológica. Hasta ahí llegaba el dominio de los republicanos coruñeses, a partir de ahí comenzaba el de los partidos monárquicos y caciquiles. Y marcaba la linde entre el mundo urbano y el rural con sus diferentes concepciones mentales.
Tras la restauración de la monarquía y en los inicios del reinado de Alfonso XII, la Ley Electoral del 28 de diciembre de 1878 reordenó los distritos electorales para las elecciones generales a diputados a Cortes. Entre ellos estableció el nuevo distrito de A Coruña que nombraba a tres diputados. Su territorio abarcaba los ayuntamientos de A Coruña, Oza, Oleiros, Culleredo, Cambre, Carral, Abegondo, Arteixo, Laracha, Carballo, Malpica, Ponteceso, Cabana , Coristanco y Santa Comba. Una inocentada política.
Anular el voto urbano
La ley fue elaborada por el gobierno conservador de Cánovas y con ella pretendía anular el voto urbano, proclive a progresistas y republicanos, incluyendo a las ciudades en amplios distritos territoriales. En ellos, el número de votantes rurales, fácilmente manipulables por los caciques locales en favor de los candidatos del gobierno, era muy superior al de los votantes de la urbe. Las elecciones se ganaban en el campo y en los despachos del correspondiente ministro de Gobernación y sus gobernadores civiles.
Los republicanos coruñeses eran conscientes de esta realidad. Por eso centraron su actuación en las elecciones municipales y en el control del Ayuntamiento. En las elecciones generales muchas veces optaron por el retraimiento, no participando. Otras, esporádicamente, presentaban candidatos, pero se abstenían de hacer campaña en los ayuntamientos rurales, centrándose en ganar ampliamente, como así sucedía, a los candidatos monárquicos y del gobierno en A Coruña. Su objetivo era mostrar a las autoridades de la monarquía y a la opinión pública que si las elecciones fuesen limpias y libres, España sería republicana. Eso creían.
El 17 de mayo de 1902, a los 16 años, Alfonso XIII asumió el poder efectivo, tras la regencia de su madre María Cristina de Hasburgo-Lorena. En diciembre nombró presidente del Consejo de Ministros al liberal conservador Francisco Silvela, quién convocó elecciones generales, las primeras del nuevo reinado, para el 26 de abril de 1903 con la intención de revalidar su poder.
El médico Rodríguez
En A Coruña en la asamblea del Casino republicano verificada el 1 de marzo de 1903 el médico Rodríguez levantó su tronante voz y dijo que debían ir a las urnas. Criticó el caciquismo imperante, censuró a los candidatos del gobierno y argumentó, analizando el censo, que era posible lograrlo. Había que ir a las aldeas. Los republicanos pospusieron su decisión para una nueva reunión general a celebrar el 8 de marzo. Continuará.
Historias con historia
En 1878, el distrito electoral de A Coruña abarcaba hasta Santa Comba