El Puerto batió en el 2018 su récord de facturación con 31,7 millones de euros
A CORUÑA
El beneficio fue de 2,2 millones, insuficientes para asumir la deuda de Langosteira
28 jun 2019 . Actualizado a las 09:13 h.El consejo de administración de la Autoridad Portuaria se prolongó durante algo más de dos horas, una sesión en la que el presidente del organismo, Enrique Losada, dio cuenta de los resultados de explotación del conjunto de los muelles coruñeses durante el pasado ejercicio 2018.
Por segundo año consecutivo el Puerto batió su récord de facturación, situándose en los 31,7 millones de euros. El incremento se debe a la mejora de la actividad y supone un aumento de un 46% con respecto al año 2009. Hace diez años el mismo organismo público facturaba 21,8 millones de euros.
En paralelo a la caja, también subieron los movimientos de mercancías hasta los 15,7 millones de toneladas, otro récord para el Puerto y un 32 % más de lo que se movía, por comparar con el mismo período, hace diez años, cuando no se llegaba a los 12 millones.
En total, la Autoridad Portuaria obtuvo unos beneficios de 2,2 millones de euros. Sin cargas extraordinarias, el ente público estaría completamente saneado, pero sobre él pesa una deuda cercana a los 300 millones de euros contraída por decisión estatal para la construcción del puerto exterior. Los beneficios obtenidos, alertó Losada a los consejeros, no son suficientes para hacer frente a los vencimientos de esos préstamos, y desde el Puerto urgen al Gobierno y a las Administraciones implicadas a encontrar una solución a corto plazo que sirva para garantizar la viabilidad económica de la Autoridad Portuaria. De hecho, tanto desde ese organismo como desde el Ayuntamiento y el Parlamento gallego se ha solicitado al Estado una condonación de esa deuda como se aprobó hacer, por una cantidad todavía mayor, en el caso del puerto de Valencia. Hasta el momento no se le ha dado ninguna solución al caso coruñés ni se han modificado los acuerdos del 2004 sobre el futuro de los muelles interiores.
Traslados
Por otra parte, el consejo también aprobó otorgar a Oleosilos de Galicia una concesión en el puerto exterior. La empresa se hace con una parcela de 3.000 metros cuadrados con conexión directa con el muelle para la carga y descarga de graneles líquidos.
El traslado, que podría producirse el próximo año, supondrá que en el muelle de Calvo Sotelo solo quede una concesión en vigor, la de Bunge, con la que la Autoridad Portuaria está en contacto para promover su traslado. Cuando Bunge abandone ese enclave el céntrico muelle quedará definitivamente liberado y se le podrán buscar usos urbanos.
Además, el consejo también aprobó una ampliación de las instalaciones de Pérez Torres Marítima en Langosteira, con 356 metros cuadrados más de los que tiene y que se dedicarán a servicios auxiliares. Por su parte, otras de las concesionarias de Langosteira, Terminales Marítimos de Galicia, construirá también allí una nueva nave de almacenamiento de 2.400 metros cuadrados. El consejo también dio luz verde a la continuidad de diversas firmas. Losada repasó también su gestión en los últimos diez años y el éxito en el crecimiento de cruceros.
Losada apunta a su antecesor por la investigación de Cuentas por irregularidades
El Tribunal de Cuentas solicita al presidente del Puerto, Enrique Losada, y al director de infraestructuras de ese organismo, Fernando Noya, 213.435 euros por posibles irregularidades en la contratación de una dirección de obra para Langosteira entre los años 2007 y 2011.
El procedimiento está en marcha y Losada dio este jueves su versión de los hechos tras el consejo de administración. El máximo responsable del Puerto aseguró que se estaba investigando un contrato que se firmó dos años antes de su llegada por Macario Fernández-Alonso, «nombrado por el bipartito», dijo, y apuntó que en los últimos diez años el ente público fue objeto de 79 auditorías y controles de distintos organismos sin que apareciera problema alguno. Finalmente, en el 2017, dijo, el Tribunal de Cuentas fiscalizó 25 contratos del Puerto y detectó posibles irregularidades en uno de ellos, entendiendo además que habría prescrito todo lo anterior al 2009 se centró en lo ocurrido desde entonces, ya con Losada.
Lo que se investiga es un contrato de un director de obra que finalmente no ejerció como tal, aunque se pagó por él. Sí trabajó Enrique García Ferro, dijo Losada, pero no como director, sino como ayudante de Noya, que ejercía como tal, apuntando a que el trabajo realmente se hizo. «Pasaba por aquí», dijo Losada citando a Aute para dar a entender que si hubo irregularidades que ahora le atribuyen, nada tenían que ver con él, que no firmó ese contrato. «Me parece absolutamente triste que se pueda proceder a una actuación de este tipo», apuntó.
Por otra parte, dijo que en los próximos días espera reunirse con la nueva alcaldesa y que mejore la relación entre las partes, «porque la situación anterior ya no podía empeorar».