Cuarenta años atascados en San Andrés

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Los distintos planes de remodelación planteados tras la retirada del trolebús no han arraigado

02 nov 2019 . Actualizado a las 10:47 h.

A Coruña lleva 40 años pensando en San Andrés, su primera gran arteria y antaño calle comercial, pero no termina de saber qué quiere hacer con ella. En esas cuatro décadas se ha planteado devolverle el tranvía, ajardinarla, adoquinarla o se le ha puesto y quitado un carril bus, pero ninguna de esas ideas ha arraigado. Inundada de coches, su sector comercial entró en decadencia en los años 90, mientras los clientes se iban a los centros comerciales o a zonas próximas que florecieron tras ser peatonalizadas, como la plaza de Lugo.

Galerías, tranvías y trolebuses

La tormenta de ideas en torno a San Andrés no es nueva. Baste el ejemplo del concejal Martínez Esparís, que en 1898 propuso cubrir la explanada de San Agustín y prolongar el proyecto a San Andrés, con lo que A Coruña contaría con galerías comerciales como las de París o Milán.

Los principales cambios en la calle han estado relacionados con los medios de transporte. En 1949, hace 70 años, desaparecieron los tranvías que habían reinando desde principios de siglo, primero con tracción animal y luego electrificados. Fueron reemplazados por los trolebuses, que circularon hasta 1979. Tomó el relevo el bus urbano. La electricidad dio paso al diésel, y desaparecieron las catenarias.

El primer plan del carril bus

El nuevo transporte pronto exigió un carril especializado. En 1986 se anunció la reforma de la plaza de Pontevedra, que era un inhóspito conjunto de hormígon. La reforma, en el estilo del nuevo «urbanismo humanista» iba a convertirla en un espacio ciudadano con una innovación «espectacular», un carril bus. El alcalde, Francisco Vázquez, destacó la obra como la «voladura» de la «política especulativa» de los 60.

El siguiente paso sería introducir el carril bus en San Andrés, donde se cambiaría el sentido de la circulación, desde la plaza de España hasta la de Pontevedra. Se marcó una fecha para implantarlo, septiembre de 1989, y nunca se cumplió. El rechazo de los comerciantes fue frontal, ya que la infraestructura supondría la pérdida de plazas de aparcamiento.

Los peatones ganan espacio

El proyecto quedó aparcado, pero los esfuerzos de peatonalización avanzaron alrededor de San Andrés, lo que acentuó su papel como calle de paso. En 1993 se anunció la ampliación de la acera del Cantón hasta el Obelisco -hasta entonces rodeado de coches - y la próxima peatonalización de parte de la calle del Orzán. El tráfico rodado se concentró en San Andrés, y en 1995 se anunció la peatonalización de todas las calles entre la plaza de Pontevedra, el paseo marítimo y la propia San Andrés, que aún absorbió más y más vehículos.

Empezaron a sonar las alarmas por el abandono de edificios. En el 2000, el 20 % de las viviendas de la zona histórica estaban vacías. El Ayuntamiento intentó reactivar los planes de principios de los 80 para recuperar la zona. En el marco de un plan de 2.000 millones de pesetas (12 millones de euros) para peatonalizar la Ciudad Vieja se preveía dejar más espacio a los transeúntes en San Andrés. Incluso se propuso recuperar el tranvía con el fin de combatir la proliferación del vehículo privado, pero la iniciativa no salió de punto muerto.

El carril bus de quita y pon

En el 2008 se lanzó la principal reforma de los últimos años, con la instalación -casi 20 años después- del carril bus. No logró el respaldo de los comerciantes y en el 2010, mientras se planteaba la posible peatonalización completa del Orzán, el alcalde Javier Losada se comprometió a hacer una gran inversión en el 2011, con el fin de convertir San Andrés en una «gran avenida, bulevar y espacio de convicencia», que estuviese a la altura de las plazas y las calles reformadas de su entorno.

«Es el momento de actuar en la arteria principal», dijo Losada, que veía una San Andrés «bonita, con grandes aceras y explanadas, todo ello en colaboración con los comerciantes». Se incluyó en el presupuesto una partida de 1,3 millones para reordenar el tráfico y mejorar todo el entorno.

En el 2011 siguieron los cambios. El nuevo gobierno del PP retiró el carril bus, como había prometido, y apostó por medios electrónicos, pero el plan no arraigó.

Reforma parcial y el futuro

En el 2012, de acuerdo al plan existente, se reformó el último tramo de San Andrés, desde la parroquia castrense hacia la plaza de España. Se instalaron zonas verdes, grandes aceras y un pavimento de adoquines que no convencio.Tampoco lo hizo el desvío de los buses por Rúa Alta. Estaba previsto reformar el resto de la calle. Pero nunca se hizo, aunque en el 2014 sí se redactó un proyecto completo de mejora. El siguiente gobierno de la Marea Atlántica, no ejecutó ninguna actuación de importancia en la calle, que ha seguido siendo escenario de largos atascos.

El nuevo gobierno del PSOE ha anunciado que recuperará el plan del 2014, y en este mandato volverá a implantar transporte público en toda la vía y humanizará la calle sin recurrir a los adoquines. Quizá esta vez sí vaya la vencida.