Rey no descarta intervenir Nostián y la plantilla mantiene la huelga

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

La alcaldesa abre la puerta a que el Ayuntamiento se haga con la gestión de la planta. El nuevo contrato superará los 272 millones de euros

06 dic 2019 . Actualizado a las 10:54 h.

La alcaldesa, Inés Rey, comunicó ayer a los trabajadores de Nostián que el Ayuntamiento no descarta ninguna medida en la crisis que atraviesa esa planta de tratamiento de residuos, lo que abre la puerta a su rescate o a otra fórmula que derive en una gestión directa por el Ayuntamiento.

El rescate no tendría precedentes en la historia municipal reciente. Supondría que el Ayuntamiento apartase a la empresa que gestiona la instalación desde el 2002, Albada, del grupo Urbaser.

La regidora subrayó que cualquier medida se aplicará de forma proporcional a la conducta de la empresa, aunque insistió en que el gobierno local no tolerará un incumplimiento del contrato.

La posibilidad de un rescate lleva años planteándose en teoría, pero ningún gobierno se ha atrevido a ejecutarlo. El statu quo se ha mantenido a pesar de la complicada relación que han mantenido Albada, el Ayuntamiento y el Consorcio As Mariñas, que se ha traducido en millonarios enfrentamientos judiciales en los que hasta ahora casi siempre se ha impuesto el consistorio.

En la reunión entre Rey y los trabajadores de la plantilla también participaron la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, el director de área de Alcaldía, Santiago Roura, y el jefe de gabinete de la regidora, Gonzalo Castro. El encuentro acabó justo antes del inicio del pleno municipal.

Los trabajadores mantuvieron la concentración que tenían prevista frente a María Pita y señalaron que sigue en pie la huelga indefinida a partir del próximo lunes. Su objetivo es paralizar la regulación de empleo anunciada por Albada a partir del día 1 de enero, que costaría el puesto a 39 empleados fijos y a más de 20 eventuales durante dos años.

Los representantes de la plantilla explicaron que en el encuentro con la alcaldesa se les comunicó que «si la empresa persevera na determinación de non tratar residuos do Consorcio automáticamente entraría a utilizar os resortes xurídicos, non concretou máis, que poden ser o rescate da concesión ou a intervención».

La huelga dentro de la huelga

Durante las últimas semanas, tanto el BNG como los trabajadores han exigido al gobierno local el rescate de la planta, con el fin de impedir la mencionada regulación de puestos de trabajo.

Esa solución causaba dudas por la complejidad de la gestión de la planta, pero la posibilidad de un rescate o de una intervención municipal se disparó el jueves, después de que el Ayuntamiento recibiese un aviso de huelga en la empresa Imasa Ingeniería y Proyectos, responsable del mantenimiento de la planta, a partir del domingo día 8.

El problema de mantenimiento

La huelga está provocada por la decisión de Albada de renunciar al contrato de mantenimiento que tenía con Imasa. Según fuentes de la planta, la falta de ese servicio puede provocar graves problemas en la instalación, hasta el punto de que se podría interrumpir su funcionamiento.

El posible rescate debería evitar que la planta interrumpiese su trabajo, o minimizar el tiempo de parón. Otra opción sería no prorrogar el contrato con Albada a partir del 1 de enero, cuando termina, y que el Ayuntamiento asumiese la planta. Según unas fuentes eso facilitaría una transición más tranquila, otras consideran que sería igualmente preciso un rescate. En ambos casos, el resultado sería una situación muy complicada desde el punto de vista jurídico y de gestión. Al año se tratan más de 180.000 toneladas de residuos en la planta de Nostián, procedentes de A Coruña, Abegondo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada. La instalación cuenta con más de un centenar de operarios y se han invertido más de 78,1 millones de euros.

Más allá del mecanismo que use el gobierno local, asumir la planta sería un desafío para el Ayuntamiento, tanto si coge la gestión directa como si la deriva a un ente municipal. En ese caso, la empresa de aguas, Emalcsa, tiene todas las papeletas, ya que es quizá el único ente municipal con estructura suficiente para asumir con posibilidad de éxito un encargo tan complejo.