La conselleira espera licitar las obras en el último trimestre del 2020 y la alcaldesa que se acaben en este mandato
16 dic 2019 . Actualizado a las 19:41 h.La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, expuso las líneas generales del proyecto de la estación intermodal de A Coruña a la alcaldesa, Inés Rey. La Xunta tiene listo ya el diseño de la parte que le corresponde de la estación, la zona destinada a los buses.
En total serán 18 las dársenas para buses en la nueva terminal, además de otras 18 para aparcar buses. Habrá accesos peatonales desde las avenidas del Ferrocarril y de A Sardiñeira, con una pasarela peatonal que unirá ambas avenidas. También se accederá desde ambas vías al parking. Desde la avenida del Ferrocarril será a través de un subterráneo. Los buses se situarán en paralelo a la Sardiñeira con un espacio en dos alturas. Abajo, al nivel de las vías, estará el aparcamiento, en la cota de la avenida irá la estación, con un edificio con cafetería y servicios en la cabecera, cerca del actual inmueble de Correos.
Los buses accederán al recinto desde la avenida de A Sardiñeira, por una nueva vía que enlazará con la avenida de Arteixo y que rematará, ya cerca de la estación, en una nueva rotonda.
Además, la estación contará con 325 plazas de aparcamiento. En total las obras ascienden a 80 millones.
La conselleira indicó que el plazo de ejecución de las obras es de 18 meses y cuenta con poder licitarlas a finales del 2020. La alcaldesa, por su parte, espera ver terminados los trabajos este mandato. La Xunta aportará 17,4 millones de euros del coste total, mientras que el ADIF aporta 48,5 millones. Esta última cifra ya fue aprobada por el consejo del ente público, pero falta que también lo haga el Consejo de Ministros, trámite este último que acumula meses de retraso.
Por parte municipal, el edil Juan Díaz Villoslada recordó que el Ayuntamiento ya había iniciado los trámites para modificar el planeamiento y dar cabida a los nuevos accesos previstos.
En cuanto a la financiación, Ethel Vázquez apuntó que la Xunta recurrirá a fondos propios. Tiempo atrás disponía de 8 millones de fondos europeos para esa obra, pero los plazos de ejecución para poder percibirlos no se pudieron cumplir y finalmente el dinero saldrá de otras partidas. Falta por establecer cuál es la factura que tendrá que abonar el consistorio que, en todo caso, deberá asumir una parte importante de los casi 15 millones que restan hasta los 80 del total del proyecto.