Año y medio sin aclarar por qué en Valencia se puede y en A Coruña parece imposible

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El Gobierno mantiene su plan de condonar los créditos al puerto valenciano, pero obvia el coruñés

17 ene 2020 . Actualizado a las 16:49 h.

Cuando saltó la noticia en el verano del 2018 la temperatura política y social empezó a subir en A Coruña. Ximo Puig, presidente valenciano, había logrado el compromiso del Gobierno de que este condonase la deuda de 350 millones pesaba sobre el Puerto de Valencia. Un triunfo en la urbe mediterránea que contrastaba con el caso coruñés, donde el Puerto debe 304 millones por la obra de Langosteira cuya condonación no estaba en la agenda. En los acuerdos de investidura que permitieron a Sánchez ser presidente, figura de nuevo la condonación a Valencia y, una vez más, nada aparece de A Coruña. En el pleno del jueves, al huilo de una iniciativa del BNG sobre los terrenos portuarios, se aprobó una declaración unánime a favor del levantamiento total o parcial de la deuda.

Casos Distintos

Excusas. El Gobierno se apresuró entonces a explicar que A Coruña y Valencia eran casos distintos, porque en la ciudad del Turia la deuda la tenía contraída un consorcio -formado por tres Administraciones públicas- mientras que en A Coruña pesaba sobre la Autoridad Portuaria, igualmente pública. En efecto, dos casos distintos, lo que no aclara el misterio de por qué en Valencia se puede perdonar ese dinero y en A Coruña no.  

El origen de los créditos

Espectáculos e industria. A Coruña y Valencia son también distintas en el origen de sus respectivas deudas. La valenciana proviene de los años dorados previos a la crisis, la época de los Ferrari y el gasto en proyectos cuestionables. El puerto valenciano se reformó para acoger la Copa América, con un diseño elitista de escaso recorrido. Pasada la competición, todo lo hecho quedó en nada. En A Coruña la deuda se contrajo por decisión del Gobierno -el mismo que hoy niega la condonación- en el año 2004. Se iba a construir un puerto exterior para sacar los tráficos peligrosos de la ría, para crear más industria y empleo y para permitir la liberación de los muelles interiores y abrir de nuevo la ciudad al mar. 

Presión en Galicia

Unanimidad en las peticiones. No quedó Administración en Galicia que no solicitase la condonación de la deuda coruñesa siguiendo el criterio valenciano. Ayuntamiento, Diputación, Parlamento, empresarios, el Puerto... Todos lo pidieron. La solicitud se encontró con una misma respuesta: con un Gobierno en funciones no es posible, había que esperar.  

Nuevo Gobierno

Igual que hace año y medio. La sorpresa saltó tras la investidura, cuando se vio que las intenciones iniciales no había cambiado. Valencia volvía a aparecer en los acuerdos de Sánchez -no se pagó todavía esa deuda, que irá, previsiblemente, con cargo al próximo presupuesto cuando este se apruebe- pero de A Coruña no había noticia. El Gobierno anunció hace año y medio que estudiaría alternativas, pero hasta ahora no se ha expuesto ninguna.  

Si no se paga

A vender. El de A Coruña no solo es un problema de solvencia del Puerto. Según lo pactado en el 2004, este tendría que asumir una parte de la obra de Langosteira, recursos que sacaría de la venta de los muelles. Tras la crisis, esa venta ya no generaría la cantidad prevista y además hay muchas voces que piden que en su mayor parte, sigan siendo públicos. Si el Gobierno no ofrece alternativas, la ciudad tendrá hipotecada su fachada marítima y además tampoco contará con recursos para poder urbanizar ese gran espacio. En otros lugares, como en Bilbao, sí se vendieron terrenos, pero con los fondos se pagó la reurbanización de su ría.  

Nuevas solicitudes

Entrevista en Madrid. El PSOE local, que ya había pedido la condonación antes, aunque con cierta tibieza, sigue hoy solicitándola. Los pasos a dar por el Ayuntamiento, con Inés Rey al frente, pasan por tener lo antes posible una entrevista con el ministro José Luis Ábalos para abordar la cuestión. Por el momento no tiene fecha fijada. Desde el sector empresarial volvía ayer a pedir la condonación: «Sería una muestra irrefutable de compromiso con la ciudad de A Coruña, al tiempo que dejaría claro que el trato dispensado por el Gobierno es igual para todos los territorios», apuntaba Antonio Fontenla, presidente de la CEC.