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El comercio coruñés encara con ilusión la primera jornada sin citas previas

Antón S. Rodríguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Antonio Garrote en una de sus tiendas que abrirá sus puertas desde mañana
Antonio Garrote en una de sus tiendas que abrirá sus puertas desde mañana MARCOS MÍGUEZ

«Poder abrir con relativa normalidad ya da mucho oxígeno», dice Antonio Garrote

10 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La de mañana lunes será una de esas jornadas que se analizarán con lupa para testar el futuro de la economía local. Los pequeños comercios abren sus puertas con los horarios convencionales y sin la obligación de la cita previa. También se permitirá la presencia de varios clientes en el interior de forma simultánea, un número que marcará la superficie del establecimiento.

Hay quien en vez de una puerta abrirá siete a la vez. Es el caso de la cadena de perfumerías Garrote (Fonseca 5, San Andrés 123, Juan Flórez 42, Linares Rivas 18, Avenida de Oza 112 y calle Real 32, además de otra en Carballo). Su responsable, Antonio Garrote ha rescatado a buena parte de los 34 empleados del ERTE y prefiere prepararse con unas expectativas más bien bajas para no llevarse a engaño. «Si en la primera semana hacemos un 50 % de una temporada normal ya habrá sido un éxito, pero hay que estar con ilusión», señala este empresario que tiene un motivo extra para encarar el difícil año con fuerza: la cadena Garrote cumple 60 años en el 2020. Considera que el Real Decreto que regula el comercio ha salido demasiado tarde, lo que ha provocado las carreras para hacerse con el material de seguridad necesario, y así no todo sale bien: «Sigo esperando 3.000 mascarillas que encargué hace más de una semana a Carrefour on-line». Aunque la incertidumbre continuará en las próximas semanas, para este empresario han sido dos meses de «gran preocupación». «Llegué a desconectar de las cifras que salían todos los días del covid porque uno ya se vuelve neurótico», señala Antonio Garrote. «Pero poder abrir ya supone mucho oxígeno».

Fernando Flórez (Regalos CPC): «La gente está mentalizada de que hay una nueva forma de comprar»

La tienda de regalos y menaje de Fernando Flórez cumplirá en julio 25 años. «Menudas bodas de plata», ironiza el comerciante de la calle de la Torre. Esta semana se ha visto obligado a atender uno a uno y con cita previa. Pero a partir de mañana «podrán entrar 4 personas a la vez». Afectado por el parón económico, Flórez es relativamente optimista. «La gente está mentalizada de que ha cambiado la forma de comprar, la crisis anterior fue muy dura y supongo que en esta aún no hemos visto todo», señala este emprendedor de 46 años. Cuenta con la fidelidad del barrio. «Ya me conocen, esta semana han venido, han hecho cola, han respetado las distancias, todo perfecto».

 

Sandra Lorenzo regenta una tienda de moda y complementos en el centro de Sada
Sandra Lorenzo regenta una tienda de moda y complementos en el centro de Sada Atr

Sandra Lorenzo (Suyay): «A nadie le gustó ver las calles vacías, por eso hay que comprar aquí»

«Podría decir una palabra más fea, pero dejémoslo en que fue un golpe». Así responde Sandra Lorenzo cuando se le pregunta por las consecuencias del covid para Suyay, una tienda de moda y complementos en el centro de Sada, y que mañana reabre con ilusión. «Es como si abriera una tienda por primera vez, estoy llena de incógnitas», explica. Para Sandra, lo ocurrido debe suponer un punto de inflexión para todos. «Hay que apostar por el comercio de proximidad, a nadie le gustó ver las calles vacías, tenemos que cambiar el chip», concluye Sandra, de 37 años.

Beatriz García (en primer plano) y Rosa González ya tienen todo listo para recibir a su clientela
Beatriz García (en primer plano) y Rosa González ya tienen todo listo para recibir a su clientela MARCOS MÍGUEZ

Beatriz García (Mercería La Torre): «Es como volver a empezar, algunas personas tienen miedo»

Beatriz y Rosa llevan un decenio atendiendo a sus clientas en esta mercería de la calle de la Torre, donde tienen todo listo para reabrir mañana. «Es como volver a empezar, creemos que la gente tiene mucho miedo a este virus», señala Beatriz. Si bien el perfil de su clientela es una mujer de avanzada edad, «últimamente nos hemos encontrado con gente joven, esperemos que sigan viniendo». «Las clientas nos han llamado en estas semanas, y también de alguna asociación que necesitaba goma para mascarilla y, por supuesto, se la hemos regalado».