Los libros salen del confinamiento

R.D. SEOANE A CORUÑA

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 Era por setembro , de Xabier Quiroga, primer libro pedido en préstamo tras el estado de alarma en la Biblioteca González Garcés de A Coruña
Era por setembro , de Xabier Quiroga, primer libro pedido en préstamo tras el estado de alarma en la Biblioteca González Garcés de A Coruña MARCOS MÍGUEZ

La Biblioteca González Garcés retoma el servicio  de recogida y préstamo. En sala solo se podrán consultar, en citas individuales, las obras que no salen del centro

18 may 2020 . Actualizado a las 20:00 h.

Era por setembro de Xabier Quiroga fue el primer libro que esta mañana, y después de más de dos meses, salió del confinamiento en la González Garcés. «Sí, fue el primero que nos han pedido en préstamo, además de algunas lecturas infantiles», explicaban en la biblioteca de Elviña, que reabrió sus puertas. Aún con limitaciones, comenzó así a prestar servicio a sus 42.000 socios, que en este tiempo de reclusión solo pudieron atender vía teléfono y correo electrónico.

«Muchas dudas sobre contraseñas, accesos y esas cosas», enumeraba Marisol González Regal, la directora, sobre las consultas más frecuentes. Ella misma confirma también que en estado de alarma muchos siguieron leyendo:  «Aumentó mucho el consumo de libro electrónico a través de la plataforma GaliciaLe», señala.  Según los datos de la Xunta, desde el 13 de marzo el número de usuarios pasó de casi 6.000 a más de 14.000 y el de préstamos de alrededor de 15.000 a más de 41.500. 

Atareada en poner en marcha toda la mecánica, aún con restricciones, Marisol González explica que el funcionamiento de la biblioteca todavía tardará un tiempo en ser el de antes del covid. Por ejemplo, funciona el préstamo, y de hecho ya tienen muchas peticiones en lista, pero sin poder consultar el catálogo y sin acceso a los fondos, de modo que «nos piden un título, lo buscamos nosotros, y nuestra idea es llamarlos para decirles que pasen a recogerlo, con una cita cada tres minutos, más o menos», explica.

Hay solo una excepción para acceder al interior de la biblioteca del Estado a repasar las estanterías y sentarse, con calma, en las salas de lectura: la consulta de las obras y publicaciones que no están en préstamo. Los interesados podrán hacerlo «solo de uno en uno», detalla, y pidiendo cita. 

Recuperar la imagen del público en el interior es algo que todavía está pendiente de los cambios de fase. «Sobre todo los estudiantes nos preguntan cuándo vamos a abrir del todo, pero por ahora no, estamos pendientes de las indicaciones de las autoridades sanitarias», comentaba la directora poco antes de que Ignacio Martí se quedase a las puertas para «echar un vistazo a un libro de historia de A Coruña, curiosamente de Garcés», señalaba este usuario creyendo que «ya estaban habilitadas las salas».

Poco antes, Javier Ferreiro aprovechaba la salida a por el pan para acercarse a devolver La genética de Matteo Berreti, que llevaba dos meses con él en casa. «Soy bastante disperso en los gustos», indicaba poco antes de meterlo en el buzón de devoluciones y con la idea de volver otro día a rellenar el formulario para llevarse Auge y caída de los dinosaurios, de Steve Brusatte. 

Como Javier, hay otros muchos que aprovecharán ahora para recambiar lecturas, ya que la González Garcés tiene por ahí repartidos, pendientes de volver a sus huecos para de nuevo viajar a otras manos lectoras, «entre 2.000 y 3.000 libros», confirma la directora. 

«Sí, de los títulos más demandados vamos a comprar más ejemplares», señala Marisol, que sabe ya, por ejemplo, que está prácticamente imposible hacerse con el último de Pérez Reverte: «Tenemos 50 reservas», indica deseando que «poco a poco nos dejen ir volviendo a nuestra vida de siempre». 

«Cambió todo tanto,,, ahora hay que tener en cuenta más que nunca la salud, queremos prestar cuanto antes todos los servicios, pero con todas las medidas de seguridad», apunta la directora, que cuenta con una veintena de trabajadores entregados a ello entre las 8.30 y 20.30 horas. Salvo, esto también es nuevo, el parón obligado para la desinfección entre las dos y las tres de la tarde.