Érica Esmorís: «Saber que se presentaron 401 obras en total aún da más alegría»

A CORUÑA

La escritora coruñesa ha ganado el XI Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga
25 jun 2020 . Actualizado a las 16:51 h.«Las tardes de los viernes Lea las pasa con su abuelo, que es portero de un edificio. Una profesión en peligro de extinción. A Lea el bajo del abuelo le parece aburridísimo, salvo por el patio de luces al que el abuelo le tiene terminantemente prohibido salir». Este el punto de partida de Patio de Luces, la novela infantil con la que la escritora coruñesa Érica Esmorís ha ganado el XI Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga en la modalidad de narrativa. Un galardón dotado con 10.000 euros y la publicación de la obra por el Grupo Anaya. En el 2015 Esmorís se hizo con el Premio Merlín de Literatura Infantil de Xerais por Nena e o mar.
-La noticia le llegó el martes, entre sardina y sardina.
-Sí, justo estaba preparando el San Xoán en el barrio cuando me llamaron. No me lo esperaba. No sabía cuándo salía el fallo del jurado, pensaba que era más tarde. Me emocioné muchísimo y me senté en un banco en la calle. Estoy contentísima, pletórica. Les dije que iba a ser el mejor San Xoán de mi vida. La verdad, la cabeza la tenía en otro lado.
-Se impuso a 401 obras procedentes de 19 países como Argentina, México, Colombia o Chile.
-Cuando me dijeron que se habían presentado tantas obras, muchas profesionales, sentí mucho orgullo. Pensar que el fallo fue unánime, por lo que me contaron, aún da más alegría.
-Lea es una niña traviesa. En cuanto el abuelo vuelve al trabajo, desobedece y sale al patio a observar la ropa.
-Por los tendales, imagina que en el primero vive una viuda, en el segundo un cazador de especies en peligro de extinción, en el tercero una dama de la alta sociedad, en el cuarto un surfista y el del quinto le da miedo. Pronto descubrirá que las apariencias engañan.
-Como «La ventana indiscreta».
-Es una comedia absoluta. Trata de un portero que cree que peligra su trabajo y que se tiene quedar con su nieta las tardes de los viernes. Tiene una estructura de pisos, en vez de capítulos, y la voz del narrador es la de una niña de ocho años. Estoy deseando que el libro salga y que la gente lo lea. Creo que va a gustar. ¡Qué voy a decir!
