Los Franco tienen en Meirás muebles de la familia real

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Las estatuas del maestro Mateo se encuentran en la capilla del pazo de Meirás
Las estatuas del maestro Mateo se encuentran en la capilla del pazo de Meirás CESAR QUIAN

Los técnicos inventariaron  697 objetos, desde las estatuas del maestro Mateo hasta muebles del siglo XVIII

30 ene 2021 . Actualizado a las 17:16 h.

Los técnicos de Patrimonio de la Xunta inventariaron 697 objetos del pazo de Meirás por orden de la jueza que instruye la causa sobre la propiedad de ese inmueble y ha tomado medidas cautelares para impedir que la familia Franco, que se hizo con el edificio en 1941, se lleve bienes del mismo. Patrimonio Nacional también ha elaborado otro informe sobre los bienes del pazo, con el fin de comprobar si se guardaban objetos propiedad del Estado. La respuesta es afirmativa, y en el documento elaborado por esa institución se indica que en Meirás se guardan incluso muebles encargados o adquiridos por la familia real.

Entre los objetos catalogados destacan dos estatuas procedentes del pórtico del Gloria de la catedral de Santiago, además de muebles del siglo XVIII, una amplia colección bibliográfica de miles de volúmenes, cuadros de la propia familia Franco, esculturas como un busto de Emilia Pardo Bazán, decenas de trofeos de caza, instrumentos musicales, muebles de todo tipo incluidos algunos procedentes de las colecciones del Palacio Real, porcelanas, un ánfora fenicia o púnica, armas antiguas y maquetas de barcos, un nacimiento napolitano, sillas de estilo nazarí, láminas botánicas y diversos cuadros, miniaturas, tapices, alfombras, cornucopias y más.

El informe de Patrimonio de la Xunta señala que los cuatro técnicos que lo elaboraron contaron en todo momento con el «apoyo» de las personas encargadas de la «vigilancia y atención diaria» de la propiedad, que les guiaron por el edificio y facilitaron que pudiesen fotografiar los bienes, que en ocasiones estaban protegidos con lienzos. Además, les dieron información sobre el uso de las estancias y otras indicaciones.

El objetivo del inventario, añade el documento, era hacer una «relación ordenada y sistemática de los bienes a la vista», tanto en el interior como en el exterior de los edificios.

En consecuencias, «No se han abierto armarios, ni cajoneras, ni muebles y, en general, los bienes y objetos los hemos fotografiado en la posición en la que se encontraban, sin descolgarlos, trasladarlos o moverlos», señala el documento. Eso dificultó en parte el trabajo de catalogación de las alfombras, por lo que los técnicos proponen que sean inventariadas por especialistas en la materia.

El informe destaca además el «importante fondo bibliográfico», que según sus estimaciones podría contener entre «9.000 y 13.000 ejemplares». La mayoría de ellos son ediciones de los siglos XIX y XX, el informe destaca que son de «temáticas variadas y diversas entre las que se encuentran las siguientes: literatura, historia, filosofía, sociología, arte, ciencia, libros de viajes, geografía, economía, política, religión, ciencia e historia militar, historia de Francisco Franco, historia y política relacionada con el autodenominado Movimiento Nacional, … etc. Así como libros de consulta como enciclopedias, diccionarios, atlas o compendios de legislación».

El informe fue realizado en un plazo de 20 días, marcado por el Juzgado. En ese tiempo se inventariaron los citados 697 bienes, 81 de ellos en el exterior y el resto dentro del pazo, de los que se hicieron 1.021 fotografías y 80 archivos de vídeo.

Además de ese informe, el juzgado cuenta con otro análisis redactado por cinco especialistas de Patrimonio Nacional, cuyo objetivo es «hacer inventario de los bienes muebles allí conservados y tratar de dilucidar si todavía quedaban en dicho edificio algunas obras de titularidad estatal y más concretamente pertenecientes a Patrimonio Nacional». 

Ese documento concluye que «hay varios bienes muebles que claramente tienen su origen en las Colecciones Reales Españolas y cuya titularidad corresponde por tanto a Patrimonio Nacional».

Entre ellos figura una «pantalla de chimenea tapizada con un tejido de seda labrado que fue encargado, el 10 de noviembre de 1880, por Alfonso XII para confeccionar las cortinas del entonces recién creado nuevo Comedor de Gala del Palacio Real de Madrid». También un «sofá de talla dorada que vistió, hasta mediados de los años 20 del siglo XX, la Sala de Recibir de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid». Una mesa vitrina que «formó parte de la decoración de la Sala de Música de la reina Victoria Eugenia en el Palacio Real de Madrid y así figura en el primer inventario fotográfico del Palacio Real de Madrid conservado en el Archivo General de Palacio entre 1916 y 1924». Un sofá de caoba «tapizado con una tela labrada de algodón de mediados del siglo XX, muy probablemente tejida en la Fundación Generalísimo Industrias Artísticas Agrupadas para ser utilizada en Patrimonio Nacional». Un conjunto de escritorio y cómoda que el informeconsidera atribuibles «al ebanista francés Claude-Charles Saunier (Francia,1735-1807) pues siguen sus modelos. Está documentado que Carlos IV, a través del marchand-mercier parisino François-Louis Godon y posteriormente de su viuda Justine Madeleine Prevost, adquirió gran cantidad de mobiliario francés de los más reputados ebanistas y broncistas asentados en París». También un ejemplar de «La Guía Oficial de España», un almanaque publicado por el Estado con periodicidad anual «destinado a explicar la estructura y organización del Estado, de la que en Meirás se conserva este ejemplar de tiempos de Alfonso XII».

El informe de Patrimonio Nacional también menciona una alfombra fabricada en la Real Fábrica de Madrid, y otras tejidas en los talleres de la Fundación Generalísimo Franco, Industrias Artísticas Agrupadas, que a su juicio deben estar en manos del Estado. Otro tanto ocurre con una serie de piezas de porcelana fabricadas por la misma entidad.

El informe añade que «es muy posible» que esos bienes «no sean los únicos»  cuya propiedad corresponde al Estado, y también considera probable que de continuar las investigaciones, se encontrara más documentación relacionada con la titularidad de otras de las piezas conservadas en el edificio».