
Soy un vecino del barrio de A Falperra. Un barrio donde los niños no tienen espacios para jugar, donde las aceras y las calles están rotas y son un peligro donde abundan personas mayores, un barrio donde las bajantes de pluviales van directamente a las aceras que se convierten en ríos al ser sus calles pendientes. Un barrio completamente olvidado, quizás por el carácter pacífico de su gente.
Hace poco nos han puesto unas escaleras mecánicas que nos comunican con la modernidad, a Juan Flórez, pero ¡ay! casi nunca funcionan y sus adornos en forma de jardineras son ocupadas por manadas de gatos que dejan un olor pestilente a lo largo de todo Maestro Clavé.
También no hace mucho se nos ilusionó con la construcción de un muy necesario ambulatorio, centro cívico y arreglo de la plaza de abastos de Santa Lucía. Un tema que ocupaba espacios en la prensa y radios locales de forma asidua y donde los grupos políticos ofrecían soluciones satisfactorias para vecinos y comerciantes en contra de la opinión de La Marea, pero ahora que este grupo no gobierna a todos se les han olvidado, incluida la Xunta que tanto interés mostraba en su construcción, pero que no podía concretar al ser incompatibles los usos y servicios que pretendía con los del entonces gobierno local, que por cierto ya no gobierna.
Espero que se publique esta carta y sirva para visibilizar, aunque solo sea un poquito, a este barrio que también forma parte de esta ciudad aunque no lo parezca. MANUEL GALLARDO DOMÍNGUEZ. VECINO DE A CORUÑA