Rey llama a dialogar, mientras PP y BNG le advierten de que no va por buen camino y la Marea la ve en «minoría absolutista»

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

CESAR QUIAN

La regidora destaca la gestión de la pandemia y la mejora de la Administración, pero la oposición ve más sombras que luces

30 dic 2020 . Actualizado a las 12:28 h.

Inés Rey examinó ayer la gestión de su gobierno durante su primer año completo, marcado por la irrupción de la pandemia del coronavirus, que ha trastocado cualquier método de evaluación. También el PP y el BNG, que hicieron públicos sus análisis del ejercicio, reconocieron que estamos ante un marco excepcional. Para el BNG fue «un ano excepcional, marcado pola pandemia»; para el PP estamos ante «la peor crisis social y económica». Rey, en un desayuno con los medios de comunicación, no fue mucho más suave y admitió que su gobierno -formado solo ocho meses antes por concejales que nunca habían ocupado un puesto similar- se había enfrentado a una situación sin precedentes «para la que no había manual de instrucciones». Pese a ello, consideró que el ejecutivo local ha estado a la altura.

Sin poder lucir grandes obras, interrumpidas por el parón del confinamiento y la compleja situación del gobierno estatal, Rey destacó la recuperación de la «antiga normalidade», y señaló que su equipo ha logrado «desbloquear» proyectos como la pasarela de Pedralonga o el dragado de la ría de O Burgo, que aparecen en los presupuestos del Estado para el 2021 o han sido anunciados por el Gobierno central dentro de las partidas actuales. Rey insistió en la importancia del diálogo, imprescindible en el caso de su gobierno, que está en minoría, y señaló que la mejora de las relaciones institucionales ha facilitado que el Gobierno central se comprometa a aportar 12,6 millones de euros de los fondos europeos para mejorar la iluminación o 2,5 millones para la obra de la casa de Veeduría.

Esa normalización de las relaciones exteriores se habría producido en paralelo a una mejora de la gestión diaria. La regidora citó, por ejemplo, que este es el primero los últimos años que el Ayuntamiento termina pagando dentro de plazo a sus proveedores, o con más de 750 licencias urbanísticas tramitadas, que supondrán la construcción de más de 420 nuevas viviendas. Destacó además que se ha lanzado la mayor oferta de empleo público en décadas, con 413 plazas. 

La «normalidad» administrativa

La regidora señaló esa vuelta a la normalidad de los trámites administrativos ordinarios tras ocho años de «parálisis» como uno de los logros del ejecutivo que preside, y lanzó un mensaje a sus críticos que buscan la confrontación «de calquera xeito», aunque no se consiga «nada». Una política que contrapuso a la praxis de su gobierno, basada -afirmó- en el diálogo y la cooperación como premisas básicas.

Para Rey, el 2021 debe ser el año de la recuperación, y añadió que la prioridad será fomentar el repunte de la actividad económica. Como parte de esas políticas, la alcaldesa destacó la puesta en marcha de una nueva edición del plan de reactivación Presco. Su objetivo, añadió, es mantener ese diálogo con la oposición con el fin de lanzar una nueva serie de medidas que permitan reactivar la economía de la ciudad. La meta tras un año «durísimo», añadió, es que A Coruña siga siendo una ciudad pionera, ya que fue la primera en empezar a pagar ayudas a los sectores afectados por la pandemia durante este año. 

Las críticas de la oposición

También el PP y el BNG analizaron la gestión del gobierno local en los últimos 12 meses. La portavoz popular, Rosa Gallego, en referencia al cese de la concejala de empleo, Eva Martínez, criticó que «cuando más falta hace un gobierno sólido y estable, más se pierden en sus jaleos internos en vez de ayudar a los coruñeses».

Gallego lamentó la «ausencia» de Inés Rey en «asuntos que marcarán el futuro de la ciudad», y señaló la falta de fondos para el tren a Langosteira o la reforma completa de Alfonso Molina.

Pese a los problemas, el PP insistió en su disposición a los acuerdos para paliar las consecuencias de la pandemia, y criticó que Rey se quede en los «anuncios y maquetas al más puro estilo [del exalcalde] Javier Losada», o la «nula capacidad de gestión y el bloqueo a las inversiones de la Xunta, como [el también exregidor] Xulio Ferreiro».

La Marea Atlántica calificó de «lamentable» que el Ayuntamiento entre en el 2021 sin presupuestos. Su portavoz, María García, destacó la incoherencia de tener una oposición «disposta a dialogar» frente a un gobierno «encerrado en si mesmo». «É a primeira vez na historia recente desta cidade que A Coruña queda sen orzamentos non polo bloqueo da oposición, senón porque Inés Rey non quere alianzas. Goberna en minoría absolutista». Para García, Rey y su equipo «non estiveron á altura» y se limitaron a conflictos internos alcanzando una «baixísima execución orzamentaria». Como propósito de año nuevo, pidieron a la regidora un cambio de rumbo «comezando por aplicar antes do 31 de xaneiro novas bonificacións fiscais e convocar a mesa de traballo cos sectores máis afectados, segundo se comprometeu coa Marea Atlántica e o BNG o 10 de decembro».

Por su parte, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, apuntó que el gobierno local ha tenido «más sombras que luces» este año, y señaló que su partido está «preocupado» tanto por la «inestabilidade» del ejecutivo local como por las «sinais de involución» en materia urbanística.